PORQUÉ QUIERO SER JEFE…

En estos tiempos actuales, el decidirse por el autoempleo es de todo un acto de heroicismo para unos, y toda una oportunidad para otros. Yo prefiero verlo desde este segundo punto de vista.

Hace unos días, un amigo muy especial compartió conmigo una parte de su Plan de Creación de Empresa, en la cual debía justificar el porqué de ser empresario. Dicho documento formaba parte del Plan de Viabilidad que debía entregar a la Cámara de Comercio de la ciudad en la que pronto empezaría su actividad empresarial.

Aunque la señorita que le atendió en dicha institución, le aconsejó no entregarlo de este modo, ya que podría peligrar su participación en diversas subvenciones, él ha querido compartirlo con nosotros, por si puede servir en este nuestro espacio de reflexión.

A continuación describimos su “ Decálogo del Empresario” al completo:

“Con este decálogo de intenciones (no confundir con mandamientos) pongo de manifiesto las circunstancias concurrentes que me han llevado a materializar mi proyecto en empresa»:

Desde el punto de vista personal

1. ¿Dónde estás cariño? Muchos empleados consienten que su trabajo se convierta en la principal vía de relación social; sin embargo, mamá, papá, ella y los niños, viven fuera de los muros de la oficina y son los únicos que esperan con ansiedad nuestro regreso a casa.

2. Me quita la correa… No puedo respirar La “disciplina” empresarial dicta normas de conducta y proceder que, sin mejorar la convivencia, alienan al individuo, promoviendo un perenne estado de crispación en el individuo. Como empresario sólo creo en un principio: “Si realmente eres bueno, explota tu talento haciendo lo que sabes y disfruta con ello”.
3. Le presento mi marca… YO Muchos empleados padecen de por vida el “síndrome del
quemado”, pero no se ponen en tratamiento (luchar por cambiar la realidad que padecen) por
miedo a ser despedidos. A este lado de la mesa, sólo dispongo de un antídoto para ese
padecimiento: “Convertirnos en los dueños de nuestro talento, de nuestro trabajo y de nuestro
tiempo”.

Desde el punto de vista profesional

4. “Págame tu cánon de J.A.S.P.” En el trabajo por cuenta ajena el perfil solicitado por el
contratante, en el 90 % de los casos, esboza a un personaje a medio camino entre el cómic y la
ciencia ficción; joven aunque, por supuesto, sobradamente preparado (J.A.S.P.), con más años de experiencia en el puesto que los naturales del individuo en cuestión. ¿Son los años la unidad de
medida del talento y la motivación? Sin duda…la respuesta es NO!

5. “Domestíqueme, por favor…” La incorporación a una organización empresarial constituye un auténtico programa de domesticación humana, en el que cada cual aprende a comportarse como el animal de compañía de su dueño, renunciando a los signos de identidad que le convierten en único.
6. “A sus órdenes… mi general”. En el trabajo por cuenta ajena se presupone un deber de obligada obediencia en la jerarquía corporativa, aunque carezca de fundamento y razón, y en gran parte de los casos nos lleve a la destrucción personal . Como empresarios, elegimos nuestro camino y se avanza por él, con decisión y firmeza.
Desde el punto de vista económico

7. “Sí, quiero…” El trabajo por cuenta ajena representa un efímero matrimonio de conveniencia en el que los cónyuges intercambian tiempo por dinero. A este otro lado, el planteamiento consiste en brindar nuestro conocimiento en cada momento del día, como única actitud ante la vida generadora de beneficios.

8. Pero, ¿dónde está mi trozo de pastel? La remuneración obtenida del trabajo por cuenta ajena representa un minúsculo porcentaje del beneficio generado por el empleado. Si se está capacitado, ¿se justifica renunciar al resto del pastel? Sin duda…la respuesta es NO!
9. “Una limosnilla, por favor”. Ningún empleado recibe un sueldo justo. Como empresario, pongo precio a la prestación de nuestros servicios y atiendo a quien valora lo que cuesta.
10. ¿Asalariado? No, gracias. En un entorno laboral hostil como el actual, disponer de un sueldo como única fuente de ingresos constituye el principal factor de riesgo emocional (contratos basura, E.R.E. y otros). Como empresario, la pérdida de un cliente o una fuente de ingresos sólo supone el mejor aliciente para buscar nuevas alternativas y alcanzar metas”
Sergio Martín Corzo

4 opiniones en “PORQUÉ QUIERO SER JEFE…”

  1. La última me parece muy lúcida pero para cualquier entorno laboral, no sólo el de vacas flacas. Trabajar por cuenta ajena mientras se buscan otras alternativas más independientes sigue sin estar de moda en Spain…

    Como dice Andrés Pérez, lo importante no es asegurar el empleo sino asegurar los ingresos 🙂

  2. Por cierto, ya estoy como seguidor de tu blog (no aparezco, pero si intento apuntarme como seguidor informa que ya te digo), pero ya sabes que Google anda un poco loco, supongo que lo sabes, no?

    Es un problema generalizado… Por qué no ponemos un Google friend connect? 🙂

  3. La verdad es que si ha presentado esto que dices, que entiendo que es una broma, es un pringao porque le van a mandar bien lejos. Es como querer dar una charla ético-filosófica al pobre administrativo de turno.

    Por otro lado, suscribo casi todos los puntos.

  4. Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios. Se los trasladaremos al autor del decálogo. Un saludo

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