Esta semana he estado reunido con una representante de una importante ETT a nivel nacional con la cual colaboramos desde hace años.
En nuestra agradable conversación, nos comentaba la situación por la cual están pasando todas las empresas de trabajo temporal, que al igual que el resto de empresas de nuestro país, no son ajenas a la situación económica mundial.
Según los últimos datos que manejaban, han sufrido una importante reducción de contratos reflejada principalmente en cuatro sectores: Empresas de construcción y derivadas, transportes, sector financiero y sector turismo, teniendo así mismo una bajada aproximada del 10 por ciento en el resto de su negocio.
¿ Tendrá el gobierno que salir a su rescate con diversas medidas y ayudas para que sigan prestando sus servicios de empleo, como ya ha hecho con las empresas de producción de automóviles?
Por otra parte, me transmitía otra preocupación: “ ha habido en un corto espacio de tiempo un cambio importante en los perfiles profesionales de las personas que se acercan a mis oficinas a pedir empleo”. Y es que desde hace unos meses han observado como el habitual perfil de persona menor de 25 años, estudiante universitario o con baja formación, y con una experiencia laboral muy básica, ahora es compatible con uno nuevo. Se trata de una persona de 28 a 40 años, con estudios universitarios y de posgrado, con entre 7 y 10 años de experiencia laboral en muchos casos, y con una dilatada carrera profesional.
En esta conversación, así mismo, pude extraer de sus palabras la coraza que día a día han de ponerse las personas que trabajan en las propias E.T.T. cuando se encuentran con situaciones como estas en sus propios centros de trabajo, algo totalmente impensable meses atrás, cuando les era imposible conseguir estos perfiles para sus clientes.
Me contaba, además, como anécdota de esta situación, como una antigua compañera que, tras trabajar en la propia E.T.T. durante años, había progresado marchándose a un puesto de responsabilidad en un departamento de recursos humanos de una importante empresa. Cual fue su sorpresa al verla entrar esta semana por la puerta de su oficina para solicitar un empleo. Sólo le pudo decir: “ Tú también, no, por favor”.
Siempre se ha tenido una percepción negativa de la labor que realizan las E.T.T., sin percatarnos de lo que pueden aportar a las personas que buscan empleo ( ver post : Cómo nos pueden ayudar las ETT en época de crisis)
Pero, ¿ Qué pasaría si desaparecieran?
Sergio Martín Corzo
Al contrario, las ETT son necesarias para el mercado laboral actual y seguro que no desparecerán, pero si que deben trabajar para revertir esa imagen negativa que se han ganado por su particular forma de gestionar el desempleo… han de revisar lo que están haciendo mal y convertirse en ese motor que ahora mismo necesita la economía para volver a los niveles de empleo anteriores… Por cierto, no es que hayan experimentado un bajón en sus operaciones sino que se acabó el subidón de los años 2005, 2006 y 2007…
SM
Gracias por tu comentario Senior Manager. Ciertamente compartimos el mismo pensamiento sobre las Ett. Son agencias de colocación privadas importantes para la gestión de determinadas ofertas y tal como describíamos en el post anterior: ¿Cómo nos pueden ayudar las Ett ante la Crisis?, pueden aportar muchas cosas al dinamismo del mercado laboral.
En referencia la «subidón» como lo denominas ha sido un paralelismo reflejado en todas las empresas en esos años.
Creemos que es un buen momento para reinventarse y ver la situación actual como una oportunidad.
Gracias
Como en todo en esta vida, existen los lados opuestos: por una parte, la función de las ett ha permitido dinamizar las operaciones en las empresas, dando la posibilidad a las mismas de disponer de personal cuando sea necesario. Pero por otra parte, ha creado una gran población trabajadora flotante con un alto grado de incertidumbre.
Hoy en día, si las empresas se han de plantear de quién prescindir, lo harán en primer lugar del personal ett… Aunque si necesitan a alguien también recurrirán a las mismas aunque el coste por persona sea superior.
Al final, son útiles… aunque en ocasiones se las vea como negociantes de personas
Muchas gracias Anónimo por tu comentario
Efectivamente, han tenido hasta ahora mala fama y quizás deberían aprovechar la coyuntura actual para lavar su imagen y saber vender lo que nos pueden aportar en estos momentos.
Un saludo