En los dos últimos años el aumento del desempleo ha sido espectacular en los países afectados por la crisis económica. La caída del ladrillo, junto con las pérdidas o quiebras de algunas empresas han llevado a las listas del paro a millones de personas. No cabe duda de que nuestro país, al ser tan dependiente del sector de la edificación y promoción inmobiliaria., ha sufrido más que nadie la pérdida de puestos de trabajo.
Desde hace ya varios meses, digamos casi desde el inicio de la crisis, son muchos los estamentos e instituciones que vienen reclamando una reforma laboral para promover un mayor dinamismo del mercado de trabajo en España.
Por otro lado, Gobierno y los sindicatos mayoritarios han dejado muy claro que no están dispuestos a plantear una reforma laboral, poniendo encima de la mesa como principal argumento que “los empresarios lo que quieren es abaratar el despido”, “no estamos dispuestos a recortar derechos sociales”.
Bien. Analicemos ahora dónde nos encontramos. En este enlace podemos encontrar los diferentes tipos de contrato de trabajo existentes en la legislación vigente en materia laboral. La cantidad ingente de tipos de contrato ha provocado en los últimos años un laberinto burocrático y administrativo que no ayuda demasiado a facilitar las contrataciones por parte de los empresarios. Podemos perdernos entre contratos indefinidos, temporales, a tiempo parcial, bonificados…y un largo etcétera.
Ese es sólo uno de los problemas, y quizás sólo sea la punta del iceberg. El otro día Juan Carrión publicaba en su blog un interesante post acerca de las visiones cerradas que suelen tener los diferentes grupos políticos y sus simpatizantes. En este caso, ocurre lo mismo; por un lado, los sindicatos y el Gobierno (que parece a veces que son lo mismo desde hace años) y por otro lado la Patronal tienen posturas totalmente contrapuestas.
Lo que llama la atención es que hay una mayoría bastante considerable que pide a gritos una reforma laboral (por poner algunos ejemplos: la CEOE, el Banco de España, el Banco Central Europeo, la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y exministros del PSOE), pero, al menos en España, no se contempla de momento ninguna reforma. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha dicho sobre la reforma laboral que “se abordará cuando se solucionen los problemas en la liquidez, la competitividad, el modelo productivo y el sistema financiero”. ¿Qué significa esto? ¿Hay que hacer la reforma pero no es el momento idóneo? ¿No será que para mejorar la competitividad hay que hacer alguna reforma, y no al revés?.
Llama la atención como no se hace caso a los “técnicos” en la materia, aunque es cierto que no debemos dejar de reconocer que estas mismas personas fallaron estrepitosamente en las predicciones económicas años atrás (en cualquier caso, las predicciones son sólo predicciones). En general vemos como en política no se hace caso a los especialistas en la materia, sino que se siguen criterios ideológicos (si soy del PSOE debo proteger a los trabajadores por encima de todas las cosas).
No creo que convertirnos en una tecnocracia sea la solución a nuestros problemas, pero si no ¿ para qué queremos que la gente se forme y para qué queremos consultores de prestigio (recordemos el ejemplo de Pedro Solbes) si luego no vamos a tener en cuenta su criterio técnico.?
Desde luego, nos encontramos ante una posición inmovilista; tu propones y yo rechazo y viceversa. Un erre que erre por ambas partes, que como consecuencia puede traer un futuro lleno de Eres.
Oliver Serrano León
Hola, Oliver:
lamentablemente, esto no es una cuestión (que sí lo es, por supuesto) económica o laboral, sino política. De modo que… ¡ere que ere!
Hola Germán,gracias por pasarte y comentar. Esa es la desgracia, se imponen criterios ideológicos por encima de los técnicos…y si desaparecieran los técnicos y todos nos dedicáramos a la política, ¿qué pasaría?
Saludos
http://www.elchinohiroshi.blogspot.com
Blog de recursos humanos
Ufff, me parece que en ese caso la anarquía impondría su imperio. Si unos pocos no se entiende, imagínate el apaño que saldría de tener todos que decidir.
Un saludo.
Efectivamente Germán, mejor lo dejamos como está de momento.
Hola Anónimo: me parece genial que quieras promocionar tu blog, pero estas no son maneras, espero que lo entiendas. Podrías por lo menos haberte molestado en comentar algo.