CRISTIANO RONALDO: FRACASO DE LA GESTIÓN DEL FRACASO

Viendo hace poco el resumen del Real Madrid-Almería del sábado pasado, una imagen llamó mi atención: Ronaldo tira un penalti, falla pero acierta Benzemá al rechace y el deportista se echa las manos a la cabeza como si hubiera marcado un gol en propia puerta. Al menos resulta curioso que un jugador no celebre y más bien lamente un gol de su propio equipo.

No cabe duda de que Cristiano Ronaldo es un excelente jugador de fútbol, y que en muchas de los partidos puede ser un arma desestabilizadora y decisiva para el resultado, pero ¿qué ocurre cuando la pelota no entra?

Recuerdo una clase de los cursos de doctorado, que trataba sobre psicología del deporte, donde el profesor nos hablaba del famoso penalti fallado por Raúl en la Eurocopa del 2000. El envío fue excesivamente colocado y pasó por encima de larguero, perdiendo asi una posibilidad de oro para ganar el partido que se disputaba. Pedro, el profesor, nos llamaba la atención cómo a causa de la excesiva ansiedad del jugador la ejecución del disparo a la pelota no había sido eficaz, a pesar de la categoría de Raúl.

Con Ronaldo ayer pasó un poco de lo mismo. Casi dos meses sin jugar y sin poder marcar un gol en el Barça-Madrid, las ganas de que la pelota golpeara la red eran infinitas. Tras fallar una oportunidad clara en la primera parte, el penalti era una opción muy clara para meter un gol al Almería, pero la ansiedad aturdía la cabeza del jugador, y al intentar engañar al portero con una pequeña paradinha, el guardameta no tuvo problemas en parar la pelota, aunque segundos más tarde el balón estaba ya dentro de la portería.

Más tarde, Cristiano Ronaldo tuvo la oportunidad de superar al portero del equipo contrario, y lleno de rabia se quitó la camiseta para celebrar el gol, con la consiguiente tarjeta amarilla por esa acción. Unos minutos después, sería expulsado del terreno de juego por repeler la agresión previa de un jugador del Almería.

Lo que más me ha llamado la atención de lo que ocurrió el sábado, es cómo un jugador, que a pesar de su juventud tiene una dilatada experiencia en el fútbol profesional, cometió para mi opinión dos graves errores con respecto a su equipo:

– No celebrar el gol de su compañero. Cristiano se centró únicamente en el fracaso del penalti, se echó las manos a la cabeza y acudió con el resto de sus compañeros a felicitar a Benzemá. El fútbol es un deporte de equipo, y parece que en ese momento se centró más en su éxito individual que en el del grupo.
– Quitarse la camiseta al marcar su gol. Por un lado es cierto que la reacción ante el error de la pena máxima fue inmediata y pudo meter el balón entre los tres palos, pero las reglas del juego indican claramente que deshacerse de la camiseta es motivo de sanción con tarjeta amarilla. ¿Pensó el jugador en su equipo en esta ocasión?

Hay un concepto que no puede escaparse a estas reflexiones: la tolerancia a la frustración. Podríamos resumir el constructo como la “capacidad de evaluar y levantarse ante un fracaso”, aunque la definición pueda ser incompleta. En este caso, una baja tolerancia puede haber provocado una excesiva ansiedad en el jugador en las últimas jornadas de la liga porque “necesita” el gol.

Pero si estamos hablando de profesionales del deporte rey ¿tienen todas la competencias necesarias los jugadores de élite? ¿qué pasa cuando no entra el balón? ¿es consciente de verdad el jugador que es parte de un equipo? En el caso del futbolista portugués podría parecer que es una competencia poco trabajada (veremos qué ocurre el resto de la liga). Aunque al final cuenten los puntos y los goles, ¿en qué medida se pueden trabajar estas aptitudes en los profesionales?

¿Ha fracasado Cristiano Ronaldo en su gestión del fracaso?

Oliver Serrano León

3 opiniones en “CRISTIANO RONALDO: FRACASO DE LA GESTIÓN DEL FRACASO”

  1. Hola Eugenio, gracias por pasarte y comentar. Te agradezco el enlace que me mandas, conozco el blog pero no había leído ese artículo en concreto. Tenemos una temporada por delante para ver qué ocurre con Cristiano, pero desde luego pienso que hay competencias que se deberían tener en cuenta en un supuesto profesional.

    Saludos, Oliver

  2. En mi modesta opinión, no toda la responsabilidad de sus actos es de CR9.
    Está claro que lamentar más fallar un penalti que celebrar que otro compañero a metido el rebote, nos da pistas claras sobre la clase de "equipo" que tenemos delante.
    También es cierto que varios compañeros fueron a alentarle de su fallo, pero creo que CR9, sufre las consecuencias de lo que pasa en ese vestuario. Obviamente, el trabajo en equipo empieza por la actitud de uno mismo (esta sí que sería su responsabilidad), pero ¿qué pasa realmente dentro? ¿le apoyan sus compañeros al 100%? ¿se siente "solo"?
    En los últimos días se remarcó la noticia de hacer un trabajo psicológico especial con Benzema, puesto que se temía que pasase con el lo que ya sucedió con Anelka.
    Estamos ante un fallo de gestión del fracaso.
    Si. Pero… ¿Es colectivo? ¿grupal? y en estos casos ¿de quién es la responsabildad? ¿sólo de CR9?

    Aún así, los medios tienen mucha responsabilidad en la presión a la que somete a determinados jugadores. Supongo que irá en el sueldo…

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