¡ QUÉ BELLO ES FORMAR !

Si tuviera que vender una cualidad de lo que ha sido mi trayectoria profesional hasta el momento, diría que he trabajado y me gusta trabajar con personas. He tenido la suerte de haberlo podido hacer en tres ámbitos: orientación laboral, psicología clínica y formación. Cada uno de ellos tiene características que los hace especiales y singulares, pero la formación es algo muy especial.
Cuando hablamos de formación no reglada, suele ocurrir ésto en muchas ocasiones: de repente suena el teléfono, te ofrecen un impartir unos módulos de un  curso con muy poco tiempo para prepararlo pero dices que sí, y se asoma rápidamente esa sensación a la vez de pequeño vértigo y de excitación por empezar una nueva acción formativa.
Cada curso es algo nuevo. No sabes de antemano qué te vas a encontrar (la formación que he impartido ha sido en su mayoría para desempleados, o sea que más aún desconoces las motivaciones reales del alumno) y por otro lado sube un poco la adrenalina, la ansiedad facilitadora y las ganas de hacer las cosas bien. Por otro lado, no siempre tenemos todo el tiempo necesario para preparar los materiales, así que se añade un estrés adicional.
Para el alumno, estar sentado en la silla del aula  siempre genera expectativas y objetivos: mejorar, ampliar conocimientos, reciclarse o simplemente complementar el curriculum para una mayor empleabilidad. Por otro lado, los que aguantan muchas horas diarias en el aula esperan que el docente transmite, motive y que su docencia les resulte productiva.
Transmitir y no “retransmitir”: eso es lo que siempre he intentado cuando he asumido el rol de profesor. Más allá de la metodología didáctica, que es necesaria y proporciona un mínimo de validez, fiabilidad y, en definitiva, calidad a la formación, he intentado siempre motivar a las personas que apuestan por matricularse en cursos. Las motivo porque soy alumno permanente: suelo formarme regularmente y me encanta aprender algo más cada día.
Dentro del aula intento implicarme y no ser un mercenario de la pizarra, el que lleva sus carpetas y presentaciones como metralletas, dispara, cobra y se va. Para mí eso es impensable: me encanta poder aportar algo, convertir las 5 horas de supuesto tedio en enriquecimiento, la desilusión en ánimo y la desmotivación en futuro.
Más allá de poner las notas en las evaluaciones y de entregar las actas a tiempo, me interesa que un curso forme de verdad: no sólo en la materia que aparece en el cuaderno didáctico o en los apuntes, sino en actitudes, capacidad de crítica y reflexión. No me gusta que los alumnos sean sólo receptores de información; la formación debe ser interacción, participación y aprendizaje mutuo. En definitiva, me niego a sentarme en la silla del docente y leer un texto plano y aburrido. Dar clase significa mucho más para mí.
Aunque el rol de profesor obliga a asumir ciertas responsabilidades y tampoco se puede ser “colega” y “amigo” de los alumnos, no creo que por ello impartir docencia pueda dejar de ser entretenido, divertido y productivo, sólo hay que buscar la manera de “llegar” al que se sienta en el pupitre. Creo que siempre me gustará dar clase: ver las caras del primer día, conectar, establecer sinergias e irme a casa con la satisfacción de que, habiéndolo hecho mejor o peor, he logrado que dos o tres conceptos queden asimilados en el aula.
Sin duda…¡Qué bello es formar!
Oliver Serrano León

16 opiniones en “¡ QUÉ BELLO ES FORMAR !”

  1. Muy buena entrada amigo y sobre todo una fenomenal actitud ante la formación.

    En mi caso actuo de un modo similar, pero como se suele decir, los cursos al final poseen unas características en cuanto al alumnado que te condicionan, pero de antemeno siempre me planteo las cosas como tu.

    ¡Que bello es formar! 😉

  2. SOLO TENGO QUE DECIR UNA COSA
    !!ADMIRO A LOS PROFESORES-FORMADORES!!
    ENHORABUENA, Son palabras sabias que definesn a un buen profesor
    Un saludo

  3. Hola José Luis: cada docente tiene sus estrategias, habilidades, etc..y una forma de impartir las clases. Yo priorizo la conexión docente-alumno y viceversa, porque simplemente creo que facilita el proceso de enseñanza-aprendizaje. Intento no ser rígido y acoplarme a lo que me encuentro en el aula…digamos que me ha ido bien hasta ahora. Un saludo.

    Hola Marisa, pues…muchisimas gracias e intentaremos hacerlo medianamente bien 😉

  4. Efectivamante amigo.

    Cada 'maestrillo tiene su librillo', jejeje y nunca mejor dicho.

    Lo cierto es que cuando las cosas salen bien es muy gratificante tanto para el alumno que aprende como para el formador.

    Un saludo

  5. Una bonita forma de pensar y actuar, Oliver. Ninguna duda tengo de que aquellos que asisten a tus sesiones aprenden y disfrutan.

    Saludos,
    ASV

  6. Hola Alfonso, gracias por pasarte y comentar. Espero que sí aprendan algo, pero más allá de ese objetivo en concreto, que es uno de los que se le suponen a la enseñanza, me gusta sentirme parte activa del proceso y no un mero locutor de contenidos. Un saludo 😉

  7. Me ha encantado poder leerte. Palabras como motivar, transmitir, implicar, llegar a…Seguro que con esta manera de pensar tus cursos son de gran provecho para tus alumnos.
    Muchos docentes llegan, vomitan la información y marchan, una gran pena…
    Gracias por ser uno de los que aún creen en la buena docendia!!

  8. Hola Oliver,

    Estupendo post.

    El ser formador significa muchas de esas cosas que comentas. No tiene que ir para transmitir y conseguir evolución en los alumnos no sólo a nivel formativo sino también humanos. Se debe participar como un grupo en el que todos interactúen y participen. Debemos ser facilitadotes. Formar es una experiencia llena de adrenalina porque como bien dices uno no sabe lo que se encontrará en cada ocasión. A mi también me encanta formar.

    Saludos,

    Juan

  9. Hola bbbllum, gracias por pasarte y comentar.Justamente una de las cosas que menos me gustan, como decía en el post, es ser mercenario de la formación. Si nuestra función es sólo leer apuntes, explicarlos y poner un examen…poca función humanística le queda al docente. Saludos 😉

    Hola Juan, gracias por pasarte. Me encanta la palabra que usas: facilitador. Eso es una de mis prioridades a la hora de formar, ya sea en cursos para ocupados o desocupados, con el fin de que lashoras invertidas sean rentables en sus distintas profesiones, actuales o futuras. Saludos 😉

  10. Tienes razón. Hay pocas cosas que produzcan más satisfacción que ver que a los asistentes les brillan los ojos.
    Un abrazo.

  11. Hola Josep, gracias por pasarte. Si no hay un cierto brillo en los ojos, no hay "feeling" entre docente y alumno; si no levantan las cabezas para atender e interactuar y echan un bostezo, algo hay que cambiar….para mi opinión, en primer lugar establecimiento de sinergias y conexión, después vienen los tochos y los exámenes. Saludos 😉

  12. Creo que disfrutar con lo que haces puede ser una buena muestra que lo estás haciendo bien.

    En formación no reglada a menudo se forman grupos heterogéneos en los que encontrar esa "manera de llegar", que tu comentas, es ciertamente difícil. Entiendo que para poder llegar a "transmitir" es básica una buena actitud, tal i como describes la tuya, y experiencia.

    Felicidades por tu trabajo y el post.

  13. Hola Cporté, gracias por pasarte. Ciertamente los grupos suele ser heterogéneos, cuestión que hace más difícil la cohesión y consecución de objetivos, pero tampoco hay que usarlo como excusa. Si hacemos lo que nos gusta, ésto llega a la gente y todo lo demás se facilita. Gracias de nuevo y un saludo 😉

  14. Cuando la formación es online a veces los tutores se despreocupan, y no te entregan las correciones a tiempo, o no atienden tus dudas con la rapidez con la que desearías, por eso me alegra saber que no todos son iguales, y también que yo he tendio suerte con la empresa que he elegido para hacer un curso online, mi tutor siempre me responde rápidamente.

    Esta es la web donde encontré el curso

    http://www.ambientum.com/formacion/index.asp

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