ACLARANDO CONCEPTOS SOBRE EL PARO (IV): ¿CUÁNTO TIEMPO ME CORRESPONDE COBRAR DE PRESTACIÓN POR DESEMPLEO?

Por desgracia, una de las conversaciones que más se pueden oír entre las personas que se encuentran en situación de desempleo gira en torno al tiempo que queda por cobrar de paro. Queremos hoy, de forma resumida, pasar a comentar la forma de calcular cuánto tiempo le corresponde cobrar a estas personas.

Antes que nada, hay que diferenciar entre prestación y subsidio, como ya hicimos en un anterior post. Recordemos que el nacimiento del derecho a la prestación por desempleo ocurre cuando hemos trabajado al menos 360 días en los últimos 6 años y el subsidio por desempleo es una ayuda asistencial que percibiremos en el caso de no tener los suficientes días cotizados y además tener responsabilidades familiares, aunque hay algunos tipos de subsidios que no cumplen estas condiciones.

En todo caso, hoy nos centraremos exclusivamente en los cálculos para las prestaciones y más adelante trataremos el tema de los subsidios, ya que hay muchos tipos y el tiempo a cobrar varía según una serie de circunstancias.

En el caso de las prestaciones, hay una norma clara y fácil que debemos recordar: a cada año trabajado le corresponden 4 meses de paro, con un máximo a cobrar de 2 años. A partir de los 360 días (en los servicios de empleo no se computan todos los días del año, que serían 365), tenemos unos tramos cerrados de 180 días; cada uno de ellos va a corresponder 2 meses más de prestaciones. Para aclararlo, pasemos a ver algunos ejemplos.

1. Persona que ha trabajado 520 días: cobrará 4 meses de prestaciones, ya que no supera el siguiente tramo (360+180= 540).

2. Persona que ha trabajado 900 días: en este caso tenemos 360+360= 720 días y sumándole otros 180 nos da justo los 900, con lo cual pasaría a cobrar 10 meses de paro.

3. Persona que ha trabajado 3000 días: en este caso cobrará el máximo de paro, que son dos años desde la fecha que nace su derecho.Cabe destacar que con este sistema de tramos, cobra las mismas prestaciones una persona que haya trabajado 360 días que la que ha trabajado 539 (ésta última se queda a sólo un día de llegar al siguiente tramo). No es nuestra intención entrar a discutir aquí si se trata de un sistema justo o no, pero en nuestra opinión podría ser, al menos, susceptible de mejora.

En último lugar, hay que tener en cuenta, sobre todo para las personas que vayan a cobrar muchos meses de paro, que por defecto no hay retención de IRPF en los pagos de las prestaciones, con lo cual esas retenciones no practicadas habrá que abonarlas a Hacienda en el año siguiente. En cualquier caso tenemos el derecho a solicitar que se nos practiquen para que al año siguiente la declaración nos «duela» algo menos.
Oliver Serrano León

LOS OPTIMISTAS ENCUENTAN TRABAJO ANTES!!!

Hace unos días recibía un mail de una amiga y profesional de la orientación laboral en el que me expresaba la importancia de los aspectos psicológicos en la búsqueda de empleo. Según me comentaba siempre había comprobado como estas variables influían en los usuarios que atendía y que, en su situación actual de desempleo ( uno de estos absurdos de los proyectos de los servicios públicos en los que los propios orientadores están desempleados durante 3 meses al año) ha experimentado en sí misma.
Según nos comentaba “cuando uno/a está desemplead/a se siente sin rumbo, con una gran sensación de vértigo, al no trabajar no hay un grupo de referencia en el que apoyarse, una rutina y una sensación de productividad y por ello necesita tener el día ocupado buscando sentido y utilidad a las horas que pasan. Esto hace que nos apuntemos a varios cursos para sentir que aprovechamos el tiempo, pero, al hacerlo solo se hace tedioso y a veces en lugar de disfrutar con ellos se llegan a convertir en un agobio más que sumar a la mochila.
Pero, la cosa se agrava si se pierde la esperanza de encontrar empleo porque a ella le seguiría la desmotivación general, la desgana, la apatía, el insomnio y problemas de varios tipos.
Existen además, otras muchas personas que no buscan empleo y que no se ocupan con nuevos cursos lamentándose en casa y pensando que ¡haga lo que haga no va a servir de nada! ( lo que me recuerda mucho a la teoría sobre la indefensión aprendida de Seligman)»
Estos pensamientos me han traído a la memoria una investigación realizada por Rafael Piqueras (Psicólogo y desde 1989 orientador laboral, actualmente en el Servicio Público de Empleo de la Región de Murcia ) y Alberto Rodríguez –Morejón (profesor titular del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Facultad de Psicología de la Universidad de Málaga.) titulada “Expectativas y duración del desempleo” y publicada en la Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, vol. 24, 2, 129-151. En esta investigación los autores intentan, a través del estudio de diversas variables psicológicas, conocer porqué algunas personas consiguen un puesto de trabajo en menos tiempo que otras.
Según los mismos “en un mercado laboral equilibrado, las personas con mejor capacitación y mayor experiencia en su especialidad son las que, supuestamente, van a tener más oportunidad de emplearse. Otros dos factores puramente sociológicos son también importantes para explicar la rapidez de colocación: la edad, los empleadores prefieren gente joven; y el sexo, lamentablemente los varones siguen teniéndolo más fácil que las mujeres. Pero, ¿qué ocurre cuando hay un gran desajuste entre la oferta y la demanda?”
Según Rafael y Alberto “cobra entonces especial relevancia el propio proceso de búsqueda de empleo. Tienen ventajas los que tienen un buen y rápido acceso a la búsqueda de información, los que planifican adecuadamente el duro trabajo de buscar empleo, y los que son hábiles elaborando currícula o enfrentándose a entrevistas de selección”. Aunque pudiera parecer que con estos dos factores el éxito estaría garantizado, ¿qué ocurre cuando las cosas están realmente mal como puede suceder en la actualidad? “En estos casos, una variable estrictamente psicológica cobra una importancia fundamental: la motivación. Cuando la competencia es dura, son los más motivados los que siguen buscando a pesar de que la tarea sea decepcionante, los que perseveran aunque los resultados se hagan esperar”.
Para llegar a estas conclusiones, los autores evaluaron “las expectativas”, a través de una escala diseñada por ellos (ECP-BE: Expectativas de Control Percibido en Búsqueda de Empleo), en una muestra de 212 personas en situación prolongada de desempleo. Dicha escala mide cuatro aspectos:
– Autoeficacia en Búsqueda de Empleo
– Locus de Control Interno en Búsqueda de Empleo
– Locus de Control Externo en Búsqueda de Empleo
– Éxito en Búsqueda de Empleo.
Como principales resultados concluyen que “ el estudio pone de manifiesto la existencia de una relación significativa entre la motivación y la duración del desempleo, encontrándose que las personas con puntuaciones altas en la escala de expectativas (las que se sienten muy capaces de buscar empleo, piensan que cuanto más se esfuercen, más probabilidades tendrán de conseguirlo y además son optimistas sobre los logros) tardan como media 14 meses menos en conseguir trabajo que los que puntúan bajo.
De los cuatro tipos de expectativas estudiados, el más relevante ha resultado ser las expectativas de éxito: las personas optimistas (puntuaciones altas en Éxito en Búsqueda de Empleo) consiguieron un contrato 19 meses antes que las pesimistas y, para que se colocaran la mitad de los pesimistas, tuvieron que pasar 30 meses, momento en el que ya tenían trabajo el 70% de los optimistas. Las personas que son optimistas y creen que acabarán encontrando empleo lo encuentran antes que las pesimistas y esta variable es un predictor de rapidez de colocación al menos tan potente como la edad o el sexo”.
Creo que lo más interesante es que aunque no podamos elegir nuestro sexo y edad, si que podemos mejorar nuestra formación, nuestras técnicas de búsqueda de empleo y sobre todo nuestro optimismo.
Formación/Experiencia + Técnicas de Búsqueda de Empleo + OPTIMISMO
Por favor, sean optimistas!!!
“Expectativas y duración del desempleo” y publicada en la Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, vol. 24, 2, 129-151
Sergio Martín Corzo

ACLARANDO CONCEPTOS SOBRE EL PARO (III):¿TENGO DERECHO A PERCIBIR PRESTACION O SUBISIDIO POR DESEMPLEO?

Hola de nuevo. Desde este blog estamos intentando durante estos días ayudar un poco a entender conceptos acerca del paro sobre los que suele haber ciertas dudas. En los anteriores posts ya hemos hablado acerca de la diferencia entre la prestación por desempleo y el subsidio por desempleo, y también de la cuantía económica que nos correspondería.

Hoy queremos hablar de un aspecto realmente importante ¿Tenemos derecho a paro una vez que se ha extinguido nuestra relación laboral? Dado que hay diversas formas de finalización de relación contractual, nos gustaría hacer un breve repaso sobe cada una de ellas, y señalar en qué casos tenemos derecho a percibir prestación o subsidio.

Finalización de contrato: en cualquiera de los casos que acabemos un contrato y éste no se renueve, ya sean contratos temporales, de finalización de obra o servicio determinado, por circunstancias eventuales de la producción, etc…no vamos a tener ningún problema en cobrar paro, ya sea en forma de prestación o subsidio.

Despido: en general, para el Servicio Publico de Empleo Estatal, hay derecho a cobrar siempre que exista el despido en cualquiera de sus formas, incluso en el caso de despido disciplinario a partir del Decreto 45/2002 de Medidas Urgentes para la Reforma de la Situación de Desempleo y Mejora de la Ocupabilidad. Los trabajadores acogidos a un ERE también tendrán derecho a paro, ya que se considera a todos los efectos como un despido colectivo. Conviene no confundir el derecho a paro con finiquitos o indemnizaciones, son conceptos totalmente diferentes.

Fijos-discontínuos: en esos casos se entiende que no se extingue la relación contractual con la empresa (el contrato es fijo), pero al haber cesado un período de actividad de ésta, tenemos el mismo derecho que cualquier otro trabajador, hasta que la empresa reinicie la actividad por la cual nos tenía contratados.

Baja voluntaria del trabajador: en estos casos NO se tiene derecho a paro. La legislación es muy clara al respecto, y se entiende estar en situación legal de desempleo cuando la pérdida de trabajo ha sido involuntaria. En el caso de querer cobrar prestaciones, habría que superar el período de prueba del contrato con otra empresa y que ésta situación haya tenido lugar al menos tres meses después de nuestra baja voluntaria. En ningún caso se pierden los tiempos cotizados, se cumulan para la siguiente prestación.

Autónomos: hasta ahora los trabajadores autónomos no han tenido derecho a cobrar ningún tipo de prestación, ya que las cotizaciones computadas corresponden al Régimen General de la Seguridad Social, y no al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. Está previsto que a partir del año 2010 la situación cambie y que los autónomos tengan derecho a paro (la cuantía sería un 70% de la base reguladora, 583 euros), aunque no hay nada legislado al respecto todavía.
En todo caso, hay una situación en la que sí se puede percibir el paro; si estamos percibiendo una prestación por desempleo, y queremos darnos de alta como autónomos, el paro se congela durante 24 meses, plazo que tendríamos para cesar nuestra actividad y reanudar la prestación. Más adelante también hablaremos del pago único, que es la posibilidad de cobrar todo el paro de una vez si nos vamos a dar de alta como autónomos o creamos una Cooperativa o Sociedad Limitada Laboral.

En resumen, según la legislación actual, vamos a tener derecho a cobrar paro en todas las circunstancias (siempre y cuando se cumplan las condiciones de las que hablábamos en el primer post), exceptuando lo casos de trabajadores autónomos y bajas voluntarias. Sin duda, pueden haberse quedado situaciones particulares en el tintero, pero nuestra intención es informar sobre las situaciones más comunes. Saludos y nos vemos en el próximo capítulo.

Oliver Serrano León.

ACLARANDO CONCEPTOS SOBRE EL PARO (II): ¿QUÉ CANTIDAD VOY A PERCIBIR CUANDO COBRE?

El otro día empezábamos nuestra propuesta de aclarar algunos conceptos y situaciones que se dan cuando nos encontramos en situación de desempleo. Hoy vamos a hablar de las cantidades que se perciben una vez que nos hemos quedado en paro.

¿Cómo se hace el cálculo para saber lo que nos corresponde? Desde hace un par de años, en la página web del SPEE (Servicio Público de Empleo Estatal ) podemos hacer un cálculo de la cobertura que nos corresponde, contestando algunos datos que nos preguntas en la citada web; por lo que hemos podido comprobar funciona bastante bien y los resultados son válidos.

En cualquier caso, consideramos más interesante que los trabajadores sepan de forma más “artesana” cómo se hace el cálculo. En primer lugar, diferenciaremos los pagos de la prestación por desempleo y el subsidio por desempleo.

Con respecto a la prestación por desempleo, hay que seguir los siguientes pasos:

-Hallaremos la media de la base de cotización de las últimas seis nóminas; si son todas iguales nos bastará con quedarnos con el importe de una de ellas. Pongamos como ejemplo que nuestra base ha sido de 1.900 euros todos los meses (la base de cotización, por lo general, es el bruto que figura en nómina).
– En segundo lugar, descontaremos a esa cantidad el 30%, con lo que nos quedarían 1330 euros. A partir del séptimo mes que cobremos la prestación hasta que ésta se agote, la cantidad a descontar es un 40%.
-Por último, hay que restar un 4,7% de aportaciones a la seguridad social, con lo cual nos quedaría 1267,43 euros. ¿Es esto lo que vamos a cobrar? Por desgracia no.

Las prestaciones por desempleo, aunque el cálculo que hemos visto es el correcto, tienen unos topes máximos y mínimos; esto significa que a partir de una cierta cantidad de base de cotización, cobraremos lo mismo (cobrará lo mismo de paro la persona que haya tenido una base de 1.900 y la que haya tenido una de 2.400, por ejemplo).
Los topes se establecen a través del Indicador Ponderado de Rentas Múltiples (IPREM), que se publica todos los años en la Ley de Presupuestos del Estado, y que sustituye desde el año 2004 al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Para el año 2009, el IPREM es de 527,24€, y los topes mínimos y máximos para la prestación por desempleo se establecen de la siguiente manera:

Tope mínimo de la prestación.
· Si el trabajador no tiene hijos a su cargo, la cuantía de la prestación no podrá ser inferior al 80% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) mensual vigente en el momento del nacimiento del derecho, incrementado en una sexta parte: 482,44 euros/mes para prestaciones nacidas en el año 2008 y 492,08 euros/mes en 2009.
· Si el trabajador tiene al menos un hijo a su cargo, el importe de la prestación no podrá ser inferior al 107% del IPREM mensual vigente en el momento del nacimiento del derecho, incrementado en una sexta parte: 645,26 euros/mes para prestaciones nacidas en el año 2008 y 658,16 euros/mes en 2009.
Tope máximo de la prestación.
· Si el trabajador no tiene hijos a su cargo, la cuantía de la prestación por desempleo será como máximo del 175% del IPREM mensual vigente en el momento del nacimiento del derecho, incrementado en una sexta parte: 1.055,33 euros/mes para prestaciones nacidas en el año 2008 y 1.076,44 euros/mes en 2009.
· Con un hijo a su cargo, el tope máximo es del 200% del IPREM mensual vigente en el momento del nacimiento del derecho, incrementado en una sexta parte:1.206,10 euros/mes para prestaciones nacidas en el año 2008 y 1.230,22 euros/mes en 2009.
· Con dos o más hijos a su cargo, el 225% del IPREM mensual vigente en el momento del nacimiento del derecho, incrementado en una sexta parte:1.356,86 euros/mes para prestaciones nacidas en el año 2008 y 1.383,99 euros/mes en 2009.

Resumiendo, en el ejemplo que habíamos puesto y suponiendo que el trabajador no tuviera hijos a su cargo, cobraría 1076,44 euros a los que hay que descontar el 4,7 de aportación a la seguridad social, con lo cual el neto sería de 1022 euros aproximadamente.

Con respecto al subsidio por desempleo, los cálculos son mucho más sencillos, ya que se toma como norma general el 80% del IPREM, que en este caso sería de 527,40 menos el 20%= 421,79 euros. Ésta va a ser la cantidad a cobrar en todos los tipos de subsidios existentes, sin ningún tipo de descuento (recordemos que es una prestación de carácter no contributiva).

En próximos días hablaremos de cómo calcular los meses que nos corresponden de prestación o de subsidio, pero esperamos que hoy hayamos aclarado algo más cómo se calcula la cobertura de desempleo a la cual tenemos derecho.

Oliver Serrano León

ACLARANDO CONCEPTOS SOBRE EL PARO (I): LA PRESTACIÓN Y EL SUBSIDIO POR DESEMPLEO

En el último año muchas personas se han quedado en situación de desempleo; en algunos de estos casos, ha sido la primera vez para muchos trabajadores y éstos pueden verse desbordados y no estar demasiado bien informados.

Desde Formación y Talento queremos comentar a partir de ahora, en varios artículos diferentes, algunas aclaraciones con respecto a conceptos del desempleo con el objetivo de clarificarlos. Nuestra intención es facilitar información a las personas que, por un motivo u otro se han apuntado recientemente a las oficinas de empleo y puedan tener dudas sobre su situación.

Hoy empezaremos aclarando una de las situaciones más importantes: lo que se suele llamar “cobrar el paro”. Dada la coyuntura económica actual, los medios de comunicación han hablado más que nunca de la cobertura por desempleo, pero lo han hecho usando varios términos que no son equivalentes y se pueden prestar a confusión (algunos hablan de subsidio de desempleo, otros de prestación, o simplemente como decíamos antes, cobrar el paro).

En primer lugar, nos gustaría destacar que los dos términos adecuados son prestación por desempleo y subsidio por desempleo, pero conviene conocer las diferencias entre ellos.

Cuando hablamos de la prestación por desempleo, nos referimos a una prestación contributiva (esto es, cotizamos a la seguridad social mientras la percibimos). Tenemos derecho a ella al haber trabajo un año o más (no tiene porqué ser seguido) dentro de los últimos 6 años.

Por otro lado, cuando hablamos de subsidio por desempleo, nos referimos a una prestación de carácter no contributivo (no cotizamos a la seguridad social), y ésta se cobra cuando se ha agotado la prestación y hay cargas familiares, o bien cuando no se ha alcanzado el tiempo necesario para poder la prestación contributiva y también se tienen cargas familiares.

Si nos fijamos con detenimiento, la misma palabra nos da una pista importante: subsidio se refiere a subsistir, y por ende, se trata de una ayuda económica otorgada por los Servicios Públicos de Empleo cuando no tenemos derecho a la percepción de la prestación contributiva o cuando ésta se ha agotado.

En próximos artículos profundizaremos acerca de las características específicas de estas prestaciones, pero como primer acercamiento nuestra intención es que no se confunda la prestación con el subsidio, ya que son dos tipos de ayudas diferentes y que se otorgan en situaciones diferentes también. Queremos ayudar y apoyar a las personas que están en desempleo, y que al menos conozcan bien su situación, obligaciones y derechos.

Un saludo y ánimo!.
Oliver Serrano León

POCOYÓ: TALENTO HECHO EN ESPAÑA

Recientemente el Club de Creativos, con motivo de su décimo aniversario, ha lanzado una votación muy interesante a través de su página web y dará a conocer los resultados el próximo 24 de abril, durante el certamen anual de creatividad publicitaria que se celebrará en Madrid.Conocer cuáles han sido las diez mejores ideas y las diez peores ideas de la última década en España a juicio del público es la iniciativa que ha puesto en marcha el Club a través de Internet.

Entre las mejores ideas podemos encontrar “mandar callar a Chávez”, “la creación del matrimonio homosexual” ,“crear un cantante ficticio y mandarlo a Eurovisión”, y entre las peores ideas destacan “el redondeo”, “apoyar la guerra de Irak”, o “invertir en sellos”, entre otras.

Pero sin duda, entre las mejores ideas que se citan, una de las que más me ha llamado la atención es la creación de la serie de animación infantil Pocoyó. Hará un año y medio aproximadamente que descubrí esta serie (cosas que ocurren cuando llega el primer hijo a casa), y la verdad es que es fantástica.

La serie fue creada alrededor de 2005 por Guillermo García Carsí y David Cantilla, fundadores de la empresa Zinkia. Narra las aventuras de un niño en edad de preescolar llamado Pocoyó, el cual está descubriendo el mundo e interactuando con él. Además, no está solo. Le acompañan sus amigos, Pato, Elly, Pajaroto y su mascota Loula. En cada capítulo, nos introduce y conduce una voz en off, en este caso la del estupendo locutor José María del Río.

Los autores de la serie tuvieron muchísimas dificultades para vender su idea en España, y contactaron con varias empresas internacionales dedicadas al entretemiento infantil, hasta que una de ellas (Granada), después de duras negociaciones, acogió la idea de estos creadores y se puso en marcha la producción de la serie. No sería hasta un tiempo después cuando en España, a través de TVE1 y de Bloomberg nuestros hijos podrían disfrutar de la serie.

Hasta el momento, Pocoyó ha sido vendida a más de 120 países y traducida a múltiples idiomas, incluido el chino y japonés. Aparte, ha surgido un amplio merchandising de la serie, incluyendo peluches, juguetes y videojuegos.

El éxito de la seria radica, bajo mi punto de vista, en varios hechos:

– El principal escenario donde suceden las aventuras de este personaje es un fondo blanco; de esta manera se cumplen dos objetivos: no distraer a los niños con demasiados estímulos y facilitar el trabajo de los animadores en 3D (muchas veces en la sencillez radica el éxito).

– La personalidad de cada uno de los “actores” de la serie tiene unas características que les hacen ser únicos y ser fácilmente distinguibles para el espectador (tienen su propia marca personal)

– Los episodios duran aproximadamente siete minutos y los guiones son sencillos para que un niño de corta edad pueda comprenderlos.

– La inclusión de valores y hábitos de conducta saludables en todos los episodios, asegura a los padres un rato de entretenimiento para sus hijos a la vez que se les educa.

En muchas ocasiones, el talento se encuentra más cerca de lo que pensamos. En el caso de éstos magníficos magos del entretenimiento infantil, han logrado crear unos personajes de animación capaces de divertir y educar a niños de todo el mundo. Se trata de creativos españoles que no encontraron en su país el apoyo que les hacía falta, pero gracias a su tesón y trabajo lograron que sus “hijos” sean ahora una referencia mundial.Recomiendo entrar a su blog oficial, donde dan buena cuenta de sus esfuerzos y de cómo Pocoyó fue saliendo adelante.

Por mi parte, ya tienen mi voto como mejor idea española en la última década.

Oliver Serrano León

UN GIRO HACIA LO POSITIVO

Tradicionalmente la Psicología Experimental ha dividido los sistemas de respuesta del ser humano en tres tipos: Respuesta Cognitiva (lo que pensamos), Respuesta Fisiológica-Emocional (lo que sentimos) y Respuesta Conductual-Motora ( lo que hacemos). Los tres sistemas se encuentran interconectados de tal forma que lo que pensamos repercute en lo que sentimos y en lo que hacemos, y viceversa.

Este principio básico, muy utilizado también por la psicología clínica en el tratamiento de muchos trastornos mentales, nos aporta una información muy importante en el análisis de la situación económica actual. Desde este modelo, una persona que centra gran parte de sus pensamientos en la “crisis” y en lo negativo del sistema económico, se sentirá triste, ansioso y agobiado por cómo afrontar sus pagos, por cómo mantener o conseguir un empleo, y sus respuestas serán de conservadurismo económico, de disminución de sus gastos, y por tanto, de un enlentecimiento de la economía general.

Esta es la causa de que sea necesario que positivemos nuestro pensamiento fijando nuestra atención en el potencial de las cosas, en las oportunidades, en nuestra capacidad de adaptación.Ejemplos de lo expuesto aparecen continuamente en los medios de comunicación aunque nuestra atención se ha especializado en enfocar lo negativo.

¿ Por qué no intentamos cambiar estas gafas y elegimos nosotros unos cristales que resalten lo positivo de las noticias?

Dos noticias aparecidas esta semana en el periódico digital http://www.rrhhdigital.es/, y que pasamos a compartir, nos servirán de ejemplo :La primera de ellas informaba sobre como la crisis agudiza el ingenio titulando: “Reinventarse o morir: Infojobs ofrece a sus clientes servicios de ayuda a la recolocación de afectados por EREs”. Mientras que la segunda describía un estudio realizado por la consultora Hays en la que afirmaba como “ son muchos los sectores que se han visto beneficiados por la situación actual y han sabido sacar provecho para continuar su crecimiento económico”. La consultora resaltaba sectores como : “el consumo alimenticio y primera necesidad, la comida rápida, la tecnología de la información, el sector sanitario (sigue necesitando profesionales), los abogados laboristas y especialistas en reclamación de deudas, los analistas de riesgos, los ingenieros civiles, las empresas especializadas en energías renovables, …..”. En conclusión, “ se observa un cambio de tendencia en los sectores profesionales que debidos a la crisis no han tenido más remedio que cambiar de orientación e incluso desde el punto de vista de los consumidores, de hábitos”.

Llevando a la práctica lo expuesto he decidido fijar mi atención esta semana en la creación de las nuevas empresas en esta época. Particularmente, he podido tener el placer de conocer muy de cerca el proyecto de gestación y alumbramiento de una empresa dedicada a uno de estos sectores comentados: “ICSA Consultoría Ambiental y Alimentaria S.L.” (http://www.icsaconsultores.com/). Se trata de “una empresa de servicios profesionales que dirige su actividad tanto a empresas privadas como a la administración pública, ofreciendo soluciones globales, basadas en el uso de nuevas tecnologías, que permiten el control y gestión integral en materia de Sanidad Ambiental y Seguridad e Higiene Alimentaria”.

Sus socios directores, Jacobo Torres y José Arnaldo Hernández, dos profesionales de amplios conocimientos en la materia e importantes experiencia laborales en diversos sectores, han sabido crear un proyecto dónde los valores (Atención personalizada y directa, Disponibilidad, Objetividad, Profesionalidad, Confidencialidad, Calidad del servicio y Satisfacción del cliente) marcan el rumbo a seguir y la diferenciación con el mercado actual, impulsando su propia “marca personal” como diría Rubén Turienzo.

¡Muchas Felicidades!

Yo ya he elegido mis gafas, ¿y tú?

Sergio Martín Corzo

PROBLEMAS EN LA COMUNICACIÓN VERTICAL

He tenido la oportunidad de impartir en varias ocasiones el curso «Gestión de Empleo«, perteneciente al Plan FIP de los servicios públicos de empleo. En uno de los módulos del curso siempre usaba como recurso formativo con mis alumnos la proyección de la película «Trabajo Basura» (el título original en inglés es Office Space), del año 1999. Está escrita y dirigida por Mike Judge y protagonizada por Ron Livingston (Peter Gibbons); Jennifer Aniston (Joanna); David Herman (Michael Bolton); Ajay Naidu (Samir); Stephen Root (Milton Waddams) y Gary Cole (Bill Lumbergh).

El filme en cuestión es una comedia que relata como tres compañeros de trabajo, programadores informáticos, trabajan arreglando el problema del efecto 2000 en una empresa de alta tecnología. Viven amargados en sus cubículos, con una insatisfacción laboral bastante alta y soportando diariamente a su jefe, Bill Lumbergh.

Cuando era docente del curso aprovechaba para visionar esta película porque, aunque artísticamente no se trate de una obra arte, sí que incluía varios temas que son relevantes para personas que se están formando en el área de servicios a las empresas. Hay varias escenas interesantes. Comenzamos hoy mostrando una donde podemos observar, en muy pocos minutos, la ineficacia de la comunicación vertical en la empresa.

En cualquier manual de recursos humanos encontramos que la comunicación vertical en una organización es aquella que se establece entre miembros de diferentes niveles jerárquicos, y que debería ser útil, entre otros objetivos, para clarificar instrucciones sobre la tarea, comprensión de la tarea y su relación con otras tareas (justificación del trabajo), información sobre procedimientos y prácticas, información al empleado sobre su rendimiento, etc.

En el fragmento que ponemos en este post (lo encontrareis al finalizar el texto), Bill Lambergh, uno de los directivos de la empresa le comunica a uno de sus empleados que no está usando la cubierta adecuada para los informes «TPS». Peter, el empleado, le dice que ha sido un despiste y que no volverá a pasar, mientras Bill insiste en mandarle otra copia del memorando donde se explicaba el procedimiento, aunque el trabajador lo tiene en sus manos.

A continuación llega otro alto cargo de la empresa y le dice exactamente lo mismo que el anterior, y después recibe una llamada por teléfono donde se le comunica por tercera vez la misma información en unos pocos minutos. Lógicamente, la sensación de enfado y hastío de Peter es notable.

Creo que en el vídeo podemos extraer dos conclusiones destacables: En primer lugar, observamos como se consumen demasiados recursos temporales y personales en transmitir una información muy concreta. Parece absurdo que en un pequeño espacio de tiempo la información llegue por triplicado; además, si nos fijamos, los directivos intentan usar un estilo asertivo en la comunicación, pero sólo logran una comunicación unidireccional (insisten en darle otra copia del memorando cuando el trabajador lo tiene en sus manos).

Por otro lado, vemos que el equipo directivo le está prestando una especial importancia a la cabecera que se está usando para los informes TPS y no al contenido de éstos. Lógicamente, es importante que en una gran organización haya procedimientos estandarizados para facilitar el trabajo, pero ¿debe pesar más el continente que el contenido en el puesto? Pensemos un poco en ello.

Oliver Serrano León

TÉCNICAS PARA HABLAR EN PÚBLICO: SÁCALE RENTABILIDAD A TU PROYECTO

¿Por qué dedicamos tantas horas a la elaboración de un proyecto y tan pocas a la preparación de su presentación?

¿Cuánto dinero estamos perdiendo por no saber comunicar correctamente un trabajo brillante?

Esta semana he tenido el gran placer de poder asistir a un seminario sobre «Técnicas para hablar en público». Dicha formación ha sido impartida por la consultora «Hábil», especializada en «aportar a los directivos y profesionales de toda índole los conocimientos complementarios necesarios para alcanzar la diferenciación en el ejercicio de sus funciones» (http://www.habilor.com/)

Tres han sido los formadores que han desarrollado las jornadas:

– Miguel Ángel Guisado, Ingeniero Superior Industrial y PADE por la Fundación Bravo Murillo/IESE. Fue Area Sales Manager y Business Developer Manager para Latinoamérica, España y Portugal de la multinacional Drägerwerk AG en Lübeck, Alemania. Ha sido Consejero de Desarrollo Económico, Industria y Comercio del Cabildo Insular de Tenerife

– José Mª del Castillo, musicólogo y experto en pedagogía musical -Universidad Complutense y Real Conservatorio de Música de Madrid. Ha sido subdirector y profesor de la Academia de Radio y Televisión de Madrid

– Piedad Hernández, Coach profesional, Master en programación neurolingüística -PNL- y Master Trainer´s Training.

Como bien nos han introducido los docentes, en 1980, el profesor Albert Mehrabian explicó como el impacto de un mensaje, su credibilidad, depende de lo que denominó las tres «V»: el 7 % es responsabilidad del componente Verbal (las palabras), el 38% del Vocal (la manera en que esas palabras son pronunciadas) y el 55% por lo Visual (impacto e influencia visual). Por este motivo, el alto conocimiento en una materia no asegura el éxito en una ponencia. Saber comunicar algo es, por tanto, tan importante como el mensaje que se va a dar. Lo positivo es que tanto el componente visual como el vocal pueden mejorarse a través del aprendizaje.

Recientemente, en el año 2008, Manuel Campo Vidal publicaba el libro «¿Por qué los españoles comunicamos tan mal?» . Ciertamente, al otro lado del Atlántico le dan gran importancia a la comunicación. Todos hemos podido ver en sus películas como en las escuelas, los niños continuamente salen a la pizarra a hablar sobre la historia del país, la profesión de sus padres, o para contar a los compañeros lo que han hecho en el verano; y es muy conocido el caso de los italianos que prácticamente realizan todos sus exámenes de manera oral. En cambio, en nuestro país, se le da poca importancia en el curriculum escolar a las prácticas de hablar en público, y lo peor de todo, es la creencia de que encima lo hacemos bien.

Todos hemos sufrido ponencias imposibles de soportar y comunicadores que han creado en nosotros impactos muy positivos difíciles de olvidar.

¿Qué les diferencian?

Está claro que el tema a exponer es importante, pero lo que sin duda marca la diferencia al buen comunicador es la persuasión y motivación que crea en los oyentes y la capacidad de conectar con ellos.Todas las técnicas que nos han aportado los docentes de este espléndido curso van encaminadas a estos objetivos. Maravillosas jornadas las vividas y bellos aprendizajes de los que se guardan en la mochila para toda la vida.

Gracias Miguel Ángel, Piedad y Pepo.

Sergio Martín Corzo

PREMIAR Y PRIMAR EL NO TALENTO

Hace ya unas semanas saltaba el escándalo en Estados Unidos: la aseguradora AIG, reflotada por el gobierno estadounidense con más de 182.000 millones de dólares, iba a repartir entre sus ejecutivos una nada despreciable cantidad de 218 millones de dólares (unos 160 millones de euros). Sin querer ser demagógico y retroceder hacia el pasado, calculado en pesetas serían unos…26.000 millones aproximadamente. El fiscal del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, reveló cómo fue el reparto de las bonificaciones de la aseguradora: el mayor bonus fue de 6,4 millones de dólares y los diez directivos más ‘afortunados’ recibieron 42 millones de dólares en total.
Para hacernos una idea del tipo de empresa de la que estamos hablando, sólo comentar que American International Group, Inc. (AIG) es líder mundial de seguros y servicios financieros y su red se extiende por más de 130 países. Sus clientes son particulares, instituciones y empresas. En los Estados Unidos AIG es el actor más importante en el sector de seguros comerciales e industriales. Cotiza en las bolsas de Nueva York, Zúrich, París y Tokyo

En un año, donde las pérdidas de la empresa han hecho que ésta casi desaparezca y que el gobierno norteamericano haya tomado el control casi del 80% de la organización para garantizar su continuidad, nos encontramos con el conocido asunto de las primas, las estancias de en hoteles de lujo y el posterior “arrepentimiento”.
Me he permitido tomar prestado de alguna manera el término que usaba Pilar Jericó en uno de sus libros: “El no miedo”. Afirma la autora que “no podemos vivir sin miedo, lo necesitamos, pero sí podemos conseguir que el miedo no nos domine”. Haciendo un pequeño simil podemos afirmar que existe el “no talento”.
¿Cómo podríamos definir no talento?
El “no talento” se representa perfectamente en el ejemplo de AIG. En este caso, si el talento se ve ese potencial para desarrollar ciertas aptitudes, en el caso de AIG se ha convertido en el talento expresado como la antigua moneda usada durante el período helenístico y las guerras púnicas (ver wikipedia). El no talento es la no expresión de capacidades, compromisos y decencia, como diría Leopoldo Abadía.
Pero lo más curioso ha surgido con las declaraciones del presidente de AIG, Edward Liddy, que considera de «mal gusto» los 165 millones de dólares que la firma repartió en bonificaciones entre sus ejecutivos, aunque defiende su reparto porque la empresa estaba «atada» legalmente: “las primas habían sido firmadas en los contratos de más de un año de antigüedad” En todo caso, Liddy ha pedido a los directivos bonificados que devuelvan «al menos la mitad» de lo cobrado.
En mí opinión, el presidente ha carecido de dos elementos fundamentales: coherencia y liderazgo. La situación en la empresa ha sido de órdago y no ha tenido una buena política de comunicación (qué mal queda eso de pedir “la mitad”) ni la capacidad de previsión y gestión para abordar el año que se le venía encima.
Al menos otras entidades, han solicitado de inmediato a sus directivos que renuncien de inmediato a las primas. Si la cita célebre decía “la mujer del césar no ha de ser sólo honesta, sino además parecerlo”, en al caso de éstas últimas por lo menos lo parece.

Oliver Serrano León