Esta semana, un compañero de Madrid me realizaba una consulta en referencia a la definición y aplicabilidad de la competencia “Compromiso con la organización”.
Esta semana, un compañero de Madrid me realizaba una consulta en referencia a la definición y aplicabilidad de la competencia “Compromiso con la organización”.
Hace ya un año que comenzamos nuestra incursión en la blogosfera. Parece que fue a ayer cuando nos reunimos en una céntrica tasca del centro de Santa Cruz de Tenerife para hacer realidad una idea que giraba por nuestras cabezas desde hacía ya un tiempo: Crear nuestro propio Blog.
¿Te apuntas a un trozo de tarta?
Oliver Serrano León y Sergio Martín Corzo
Hace un tiempo, un alto directivo de una conocida empresa, me comentaba su interés por modernizar su antiguo departamento de personal, dedicado exclusivamente al pago de nóminas y contrataciones, para afrontar el rápido desarrollo y expansión que han tenido en los últimos años y que prevén para los próximos.
La situación económica actual ha hecho que vuelquen grandes esfuerzos para aprovechar nuevos nichos de mercado y afianzar posiciones frente a sus competidores. Su lema es “ver la crisis como oportunidades para su empresa”, lo que comparto y me parece muy acertado.
El hecho es que, su proyecto de “revolución humana” ha quedado en un segundo plano, no por los costes que puede generar, sino por la espiral de trabajo en la que ha entrado la empresa en este momento. Lo más curioso del tema es que la facturación de millones de euros mensuales se ha mantenido en una época difícil como esta, reforzando su decisión, y para ello, no se ha dado ni un sólo curso de formación, no se conocen las competencias de sus empleados, no se ha evaluado el desempeño de la plantilla,….
Aunque estén comprometidos con el cambio, la realidad diaria no ha permitido que se produzca. Y en este punto podríamos utilizar la frase de “por qué cambiar algo si ya funciona”, o “las empresas han de adaptarse al cambio y aprovechar las oportunidades”, tal y como están haciendo ellos.
¿Estaremos equivocados, entonces, los técnicos de Recursos Humanos vendiendo la importancia de la gestión moderna de nuestros mayores activos, los empleados?
Bajo mi opinión, el aprovechamiento de las oportunidades que está haciendo esta empresa posicionándose estratégicamente y cerrando importantes contratos es una gran decisión, “ante la depresión, acción”. Pero podemos estar encontrándonos ante una estrategia cortoplacista, que, antes o después, terminará encontrando problemas en el camino: personal no reciclado y anticuado en sus conocimientos y metodologías, con lo que se puede mermar su productividad, aumento de la rotación de personal y fuga del talento por inexistencia de planificación de carreras, por desmotivación y bajas posibilidades de ascensos con validez aparente, a través de valoraciones del desempeño y del potencial, ,…pérdida de importantes negocios por inexistencia del personal necesario al carecerse de una adecuada planificación para las nuevas incorporaciones, retraso en la operatividad de los nuevos empleados por ausencia de un plan de acogida,…..
En definitiva, pienso que actualmente las empresas no han de adaptarse a los cambios sino “producir los cambios, formar parte de ellos y guiarlos hacia donde desean»
En el caso que nos ocupa, sería muy interesante introducir la variable del equilibrio entre facturación y desarrollo humano, y utilizar la “fórmula del éxito” planteada por Ferrán Soriano (presidente de Spanair, antiguo VP y DG del F.C. Barcelona y autor del libro La pelota no entra por azar)
COMPROMISO por EQUILIBRIO elevado al TALENTO.
Sergio Martín Corzo
En este mes de febrero, como ya es tradición, se celebra en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife (http://www.santacruzmas.com/), el que es considerado por muchos expertos como el mejor carnaval europeo y quizás del mundo junto al de Brasil.
Aunque les separan muchas diferencias, destaca principalmente el hecho de que el carnaval tinerfeño no está hecho por profesionales, como sí sucede en el carnaval carioca con las escuelas de danza. Las personas que conforman los grupos del carnaval chicharrero abarcan todas las profesiones (peones, peluqueros, médicos, ingenieros, periodistas, banqueros, camareros,…)
Esta fiesta es una herencia muy bien custodiada por el tinerfeño, el cual se siente muy orgulloso de su más importante celebración popular. Se trata de una evolución de las antiguas “Fiestas de Invierno”, que en época de posguerra se caracterizaban por circunscribirse a la celebración en recintos cerrados, prohibiéndose la exhibición de disfraces y caretas en vía pública. Fue, gracias a la perseverancia de los antiguos carnavaleros, que tras tener que correr delante de la autoridad, la cual les obligaba a quitarse las máscaras y disfraces ( para luego, según cuentan los viejos del lugar, volver a colocárselos en las siguiente esquina) que la fiesta perduró para terminar convirtiéndose en lo que es hoy, una fiesta celebrada principalmente en la calle, considerada de interés turístico internacional, y una cita anual obligada en la que las bromas y el carácter afable y creativo de los tinerfeños aflora en cada esquina.
En la actualidad, a la celebración festiva en la vía pública, le anteceden múltiples concursos de las diversas agrupaciones del carnaval. A las ya conocidas comparsas, les acompañan las murgas, las rondallas (único carnaval que las posee) o las agrupaciones musicales ( nacidas de la unión de familias enteras que salían juntas en el carnaval).
Cualquiera de estas agrupaciones comparte con cualquier grupo de trabajo de una organización muchas de sus características: se trata de conjuntos de personas organizadas ( poseen un presidente, un director, ..) que comparten una serie de valores y que poseen unas metas comunes a la que orientan su actividad.
Pero lo más sorprendente de cualquiera de estas agrupaciones es el hecho de que durante más de cinco meses ensayan durante varias horas al día, tras la jornada laboral de sus componentes, finalizando en muchas ocasiones, bien entrada la noche. Además es importante destacar que estas personas no reciben ningún sueldo (a diferencia de los venecianos que exhiben sus trajes de época en los carnavales de su ciudad) sino pequeñas subvenciones cuyos importes no son suficientes para pagar las fantasías que muestran en sus concursos y cabalgatas de la calle.
Por tanto, estamos ante grupos ( a veces con más de cincuenta componentes) que bajo mi opinión, poseen un alto grado de motivación y compromiso, a los que no les importa invertir grandes cantidades de su tiempo, esfuerzo e incluso dinero, por poder salir durante unos días en su carnaval.
¿ Es posible que el carnavalero tinerfeño, consiga con esta actividad el nivel de autorrealización del que nos hablaba en su teoría motivacional Maslow, y ahí radique la explicación de su alta implicación?
¿Se podría conseguir este grado de motivación y compromiso en nuestras empresas cuando muchos empleados no se quedan un minuto más de su hora de salida?
Quizás, si cada uno de nosotros descubre y se centra en lo que más le gusta de su trabajo y dedicamos a ello toda nuestra energía nos sintamos más motivados y comprometidos.
Como bien decía mi padre “Cuando algo te gusta, por mucho esfuerzo y horas que dediquemos en llevarlo cabo no será nunca un sacrificio para ti sino un placer”
Sergio Martín Corzo