TWITTER: ¿MEDIOS O FINES?

Una de las cosas que más me llama la atención de twitter es que uno de los temas preferidos para hablar es el propio twitter (algo que alguna vez he denominado en mi timeline como “metatuiteo”). Pienso que una de las razones de este fenómeno es la explosión de popularidad que ha tenido esta red en el último año en España, y que también, de alguna manera, todos nos asombramos cada día de la cantidad de gente interesante que podemos conocer y del funcionamiento ágil y rápido que nos ofrece el la aplicación del pajarito.

Casi todos, en cierta medida, conocemos ya las bondades de twitter: hay gente que le da un uso algo histriónico y retransmite por la red sus sentimientos, emociones y quehaceres diarios; ciertas personas publican en el pequeño espacio disponible frases o citas para la reflexión (algo así como algunos sobres de azúcar en su parte trasera),otros prefieren usarlo como una vía de promoción de su producto; algunos lo usan como extensión de su blog personal o profesional, y muchos hacen un uso que yo denominaría “mixto”: tuitean lo que escriben en la blogosfera, pero sin dejar de tener una participación activa compartiendo enlaces interesantes y manteniendo mini conversaciones en los ratos que pueden.
En cualquier caso, y como quiera que sean sus múltiples usos, hay que reconocer que el crecimiento en su número de usuarios su popularidad no hacen más que crecer, llegando a ser en muchas ocasiones un medio de comunicación de referencia; también he comentado alguna vez en el timeline que antes en la TV referencias a twitter, y ahora pasa lo contrario, nos enteramos de las cosas de la TV por twitter ( y si hacemos algo de fuerza, logramos que algunos tuiteros aparezcan en la pantalla ).
Pero no es mi intención hacer un pormenorizado estudio del comportamiento tuitero (ya en su día hice un pequeño acercamiento hablando del egocentrismo 2.0). Mi reflexión va dirigida al planteamiento con el que participamos en twitter. Cuando leía el otro día una frase de @AgustiLopez, que decía algo así como “si te das de alta en linkedin pero no haces nada, en vez de una red se convierte en un directorio”, me hizo pensar enseguida que en muchas ocasiones tenemos unas expectativas demasiado elevadas con respecto al mundo 2.0
En general solemos tener un problema con los objetivos y las expectativas de cambio. Uno de los fenómenos que ocurren con más frecuencia es que queremos que algo cambie, pero sin cambiar nada (como si se tratase de pulsar un botón on/off para generar el cambio). @JoseLdelCampo y otros muchos blogueros del área de empleo y recursos humanos ya han comentado varias veces que el 2.0 no sirve de mucho si no profundizamos un poco más. El hecho de estar inscritos o apuntados en una red, ya sea social, profesional o de otro tipo, no implica ningún hecho en particular, aunque estemos “conectados”.
Sin embargo muchas veces ocurre lo contrario: pensamos que una herramienta “mágica” nos dará nuevas y múltiples oportunidades, y que la vida ya no será como antes. La ilusión del control nos domina, generamos expectativas no realistas, bien por desconocimiento o por una excesiva idealización de las posibilidades del pajarito azul, y no somos conscientes de que quizás sea él quien nos domine de alguna manera. Twitter es una magnífica herramienta de comunicación, pero no la confundamos con un fín en sí mismo.
Lo malo del asunto es que si nuestros objetivos se sitúan a la altura del Everest, y nada más llegar al campo base nos sentimos agotados, sin oxígeno y desanimados, es posible que fuera mejor escalar pequeñas colinas todos los días. Pensamos que twitter es todo y todo está en twitter, pero no es así: el panorama es bastante “sectario” todavía, y es más una mayoría que no está que la que sí, aunque la participación de los diferentes sectores sociales sea cada vez mayor. En todo caso todavía hay muchos segmentos de la población que no usan twitter, y eso hay que tenerlo en cuenta.
Visto lo visto, mejor sería plantearnos objetivos como “voy a ver si encuentro personas o enlaces interesantes por aquí” que “surgirán decenas de proyectos innovadores que harán que mi futuro dé un vuelco”. Lógicamente son dos ejemplos muy extremos, y las cosas no son nunca negras o blancas del todo, pero en todo caso o ideal es plantear objetivos más cercanos y alcanzables, y sobre todo, no esperar demasiado a cambio de nada. Ni mucho menos quiero ofrecer una visión pesimista del asunto: se pueden lograr muchas cosas con twitter, pero son las que son, y para subir una escalera hay que ir peldaño a peldaño, porque si no corremos un riesgo muy probable de darnos un buen trastazo.
Twitter nos ofrece información, comunicación…un medio muy eficaz para estas labores, y que seguramente nos puede ayudar mucho a establecer nuevos enlaces y contactos, pero no subestimemos el 1.0; el timeline sigue corriendo pero debemos ser nosotros los que decidamos qué camino elegir.

Oliver Serrano León

DERRIBANDO PUERTAS CON EL LIDERAZGO

Hace unos días me sorprendió la llamada de un amigo con el que hacía tiempo que no hablaba. Se trata de un Ingeniero que ocupa actualmente una alta posición directiva en un holding internacional de empresas. El hecho en sí es que entre las diferentes cosas que comentamos me contó una decisión que había tomado y que me parece muy interesante compartir con las personas que leen nuestro blog.

Hace unos meses el consejo de administración al que pertenece decidió fusionar dos de las empresas que tenían en Alemania, que prestaban servicios casi similares bajo diferentes marcas comerciales.

Tras conseguir resolver de manera bastante positiva todos los problemas legales y laborales que suelen causar este tipo de procesos, e iniciar un nuevo rumbo, cuando parecía que todo iba caminando sobre ruedas, recibió sobre su mesa la baja voluntaria del director general de esta nueva empresa alemana (que había sido también DG de una de las dos empresas anteriores, y por el cual se había apostado para el puesto desde un principio)

Ante esta situación, y ya que había planificado residir en Alemania durante los primeros meses de andadura para ayudar al desarrollo de la nueva organización resultante, decidió asumir la dirección hasta la selección de un nuevo líder que tuviera las características necesarias para este proyecto.

Como primer movimiento decidió reunirse con los directores y empleados para conocer su versión de la dimisión de su líder. Su sorpresa fue encontrar una gran unanimidad sobre la mala gestión de la comunicación del ya dimitido DG.

Al parecer, poseía un despacho de dimensiones gigantescas, con baño e incluso cama en la que poder descansar (lo que yo llamo despacho-apartamento) Su puerta permanecía cerrada prácticamente el 100 % de las horas que estaba en la empresa, sin facilitar la comunicación con sus colaboradores.

Este hecho en el que coincidían la mayor parte de los empleados le hizo reflexionar y ante la consulta que le hicieron de si ocuparía el mismo despacho en su periodo temporal de asunción del puesto, su negativa fue inminente.

Su decisión fue encontrar un despacho con otras características. Buscó por la empresa un lugar diferente que ayudara a imprimir un cambio de timón importante en el estilo de dirección.

De esta forma, se situó en un pequeño despacho, en la misma planta que la de los empleados, que además poseía la gran virtud de tener cristales, en lugar de paredes opacas, y tomó su “primera decisión importante” como él dijo: “llamé a los responsables de mantenimiento para que me quitaran la puerta del despacho, y si necesito hablar algo en privado ya iré al salón de reuniones. Al mismo tiempo, cada vez que alguien viene a preguntarme algo, dejo todo lo que estoy haciendo, por muy importante que me parezca y le dedico atención absoluta”

Según me comentaba, el cambio en el rendimiento de sus colaboradores ha crecido exponencialmente. Como anécdota me apuntaba, que sin pedírselo, el personal ha empezado a salir más tarde incluso del horario de trabajo, cuando en una sociedad como la alemana se cumplen estrictamente los horarios, estando hasta mal visto pasarte de él.

El pasado domingo en Infoempleo publicaba Douglas McEnroe el artículo “La fuerza de un gesto” en el que nos ofrecía la siguiente reflexión: “a la hora de ejercer el liderazgo hay que entender que los gestos y la forma de hacer y decir las cosas están llenos de significado. Saber gestionar ese significado potencia mil veces el liderazgo. Ser consciente de la importancia de los gestos, analizarlos y gestionarlos de una manera consciente es una tarea de una importancia primordial para cualquier ejecutivo que ejerza el liderazgo. Puede ser la clave para poder ejecutar su estrategia o verla fracasar”

¿Que otros gestos de liderazgo has vivido tú?

Sergio Martín Corzo

¿TÚ TAMBIÉN SABES UN POCO DE TODO?

Recuerdo que en la época del colegio, cuando uno ya tenía una pequeña parte de uso de razón, si había alguna discusión sobre un tema y no se llegaba a un acuerdo la solución era muy fácil. Al día siguiente cada uno exponía su opinión, pero ¿cuál era el argumento? “Es que me lo dijo mi padre, que sabe mucho”.

Actualmente, mal que nos pese, Google se ha convertido en esos padres que nos explicaban cómo funcionaba el mundo. Ni siquiera ya el Encarta nos vale porque quedó muy desfasado con respecto al gigante de las búsquedas y la Wikipedia. La red nos ofrece infinitas posibilidades de adquirir información, y aunque algunos tipos de software intentan impedir el “copia y pega” (ver post sobre el tema), hoy en día ya no es nada extraño que los alumnos usen Internet para recabar información.

Fue ayer o anteayer, no recuerdo bien, cuando revisando un post de Optima Infinito (lo pueden encontrar en twitter como @jmbolivar), me vinieron estos asuntos a la cabeza. Jose Miguel está haciendo un esfuerzo encomiable por clarificar qué es y que no es el coaching, porque resulta que en los úlltimos tiempos cualquier persona que sabe hilar dos frases seguidas, que tenga buen marketing y buena imagen puede denominarse coacher. Nada más lejos de la realidad, pero para saber más leanse por favor su post y los comentarios del mismo.

Muchos quieren ser o llamarse coacher. Pero también muchos, en ocasiones, parece que sabemos de todo. La llegada masiva de nuevas formas de comunicación ha hecho que podamos tener cientos de canales de radio y TV, revistas especializadas de diferentes sectores y acceso a infinitas webs. Tenemos información de sobra y, en general, vivimos en un país donde nos gusta opinar de todo y de todos, y en ocasiones parece que nuestra opinión es la mejor, aún desconociendo muchas de las circunstancias que han acontecido en un hecho concreto.

Pero lo que me resulta más curioso de todo es como algunas profesiones se ven perjudicadas en este sentido. Me refiero a que en la mayoría de las ocasiones expresamos acuerdos o deasacuerdos rotundos con trabajadores cualificados. Un ejemplo claro es el de los futboleros: todas las personas que son aficionadas al fútbol saben muchísimo de ese deporte y deberían estar en el banquillo en vez del prestigioso entrenador que ha contratado su equipo (“Pero este tío está loco: ¿cómo se le ocurre ponerlo de central? ¿No se da cuenta que hay que adelantar la defensa?”, etc…)

Otro sector que para mi gusto se ve claramente perjudicado es el sanitario. Por desgracia, es habitual oir frases del tipo “Ese médico no tiene ni p….idea”, “No vayas al médico, que seguro que te encuentra algo” “Me mandó una medicación pero prefiero tomar otra”…. Si hablamos de psicólogos, puede ser peor “Bah, tiempo y dinero perdido para que me coman la cabeza…”. Y uno de las profesiones actualmente más denostada es la de maestro o profesor (“El tío va y me dice que mi hijo no atiende en clase..será gilip…..”; “Los maestros de hoy en día sólo enseñan tonterías y encima de vacaciones todo el año”).

Sin embargo, parece que hay más respeto por otras profesiones. Por ejemplo, nunca se nos ocurriría decir a un arquitecto donde debe ir el muro de carga o cómo se debe hacer una cimentación (más que nada, porque el edificio se vendría abajo con toda probabilidad). Tampoco se nos ocurriría dar instrucciones a un ingeniero aeronáutico para el diseño de un aeroplano (seguramente no volaría), y seguramente no le diríamos a ningún abogado como debe presentar un recurso de casación ante un Tribunal.

Independientemente del instrusismo profesional, que otro tema que nos daría para hablar en varios posts, muchas veces nos creemos con la razón sobre las cosas, pero no poque tengamos argumentos, sino simplemente por convicción. Da igual que un médico haya estudiado seis años más cuatro cinco de especialidad: nosotros sabemos más que él. Da igual que el maestro vea a nuestro hijo más horas que nosotros: él no conoce de verdad a nuestro hijo…

¿Y en tu profesión? ¿Te has encontrado con este fenómeno?

Oliver Serrano León

COMUNICACIÓN: DE LAS SOCIEDADES ORALES AL RT

Se calcula que el lenguaje aparece hace 100.000 años, aunque el Homo Sapiens hubiera surgido hace 150.000 produciendo un proto-lenguaje. Es el Homo Habilis, caracterizado por su aumento craneal y sus desarrolladas articulaciones a quién podemos asignar el comienzo del uso de la lengua.

Hasta el momento de la creación de la escritura, existía la necesidad de almacenar de alguna forma en la memoria colectiva e individual toda clase de información (historias, nombres, mitos…). Para ello, se crearon mapas lingüísticos (rituales), entre los que se encuentran:

§ Las fórmulas: Introducción oral breve y acompañada de música, a partir de la cual se engancha una exposición extensa de todo aquello que recuerda. Se utiliza en el aprendizaje ya que resulta una fórmula fácil y sencilla.

§ Los nombres de lugares y personas: Los nombres propios hacen referencia a nombres de los diferentes clanes y lugares, a pesar de ser limitados, son clave para memorizar qué existe en el sitio mencionado.

§ La poesía: Histórica, religiosa, mitológica, etc. suele ser musical, teniendo ritmos muy definidos.

§ Las narraciones: Históricas, personales, introducciones a historias más grandes pero que contienen mucha información histórica.

§ Los repertorios legales o de otra índole: Son las más raras, escasas, ya que ocupan mucha memoria.

Estas fórmulas se transmiten de boca en boca hasta la aparición de la escritura. Dentro de este grupo podemos incluir las técnicas de los chamanes que recurrían a un entrenamiento para memorizar con recursos relacionados con la memoria auditiva: ritmos, movimientos, sonidos, melodías, etc.

A partir de este momento, y de forma asíncrona, poco a poco distintas civilizaciones van adoptando diferentes formas de escritura (Mesopotamia, Egipto, Asia, culturas mesoamericanas…), aunque la aparición de la escritura está ligada a la aparición de la división social. Las primeras escrituras aparecieron en los templos, donde se localizaba la clase sacerdotal. Los sacerdotes se encargaban de la contabilidad y la administración de los impuestos, utilizando para ello unas tablillas de arcilla, donde el número tenía más peso que la letra (escritura cuneiforme).

Más adelante, gracias a los fenicios aparece el alfabeto semítico y son los griegos los que empiezan a usar 5 vocales y la escritura de izquierda a derecha. Un tiempo después, se extiende por el mediterráneo y es adoptado por los romanos, constituyéndose finalmente el latín, antecesor de las lenguas románicas.

Podemos considerar la comunicación una necesidad básica, aunque no aparezca explícitamente en la pirámide de Maslow. Se dice que la Historia aparece como tal con la comunicación escrita, y no cabe duda de que haya sido la principal vía de transmisión de conocimientos en los últimos siglos. Gracias a la escritura hemos podido aprender en el cole, leer nuestras primeras novelas, escribir nuestros apuntes cuando ya somos mayores, cotillear con algunas revistas o pasar muy buenos ratos en la biblioteca.

Pero no toda la escritura se resume en asuntos académicos, ni mucho menos. Con la aparición de Internet (¿recuerdan los primeros BBS, el IRC, ese primer muñeco del Messenger…?) la comunicación escrita e inmediata entre personas creció exponencialmente. Si bien las posibilidades no eran muchas, esas herramientas nos daban la posibilidad de una comunicación bidireccional o incluso multidireccional en tiempo real, lo que podía ya sustituir a las conversaciones por teléfono. Por supuesto, la llegada del e-mail sustituía también de alguna manera al correo tradicional o a las postales.

Sin duda, la salida al mercado de la telefonía móvil reforzó en gran manera la comunicación escrita, ya que, aunque los fabricantes no lo preveían en un primer momento, los mensajes de texto cundieron entre los usuarios y siguen suponiendo hoy en día una parte importante de la facturación de las empresas proveedoras.

Es en este contexto del auge de la comunicación electrónica cuando Internet 2.0 nos ofrece las redes sociales. Ya no se trata sólo de saludarnos o de desearnos un feliz año nuevo por el Messenger o por Internet; ahora podemos subir vídeos, música, enlazar páginas web y tener una comunidad de amigos, usuarios o seguidores que son capaces de seguirnos de inmediato. A la vez, podemos leer la prensa nacional e internacional, revisar blogs interesantes, conocer de primera mano las cotizaciones en bolsa o ver en youtube los vídeos más interesantes o absurdos, si cabe.

Una de las últimas revoluciones si hablamos de comunicación es Twitter. Esta aplicación, llamada a veces “minifacebook” o herramienta de “microblogging” comparte varias de las mejores características de otros estándares: es rápida, permite subir enlaces de todo tipo y sobre todo permite una interacción rápida por la limitación e caracteres, similar a la de los mensajes SMS de los móviles. Twitter mantiene en contacto a profesionales, políticos, usuarios anónimos y cualquier persona en general, favoreciendo una interacción eficiente y fluida.

Pero una de las cosas más curiosas que me resultan de Twitter es el concepto de RT. El retweet o retuiteo es una función que incorpora, con la cual volvemos a mostrar a nuestros seguidores o followers una información que nos ha parecido interesante, lo que hace que se distribuya rápidamente por la red. Es algo así como “¿no te has enterado de…? Espera, que te lo paso”. Se ha escrito mucho últimamente en la blogosfera acerca del tema (me gustó especialmente el último post de @arey), donde se expone que quizás se hace un uso excesivo del RT, o se “piden” demasiados RT. Al fin y al cabo, un RT es dar a conocer algo que nos ha gustado, pero parece ser que muchas personas “lo necesitan” para su supervivencia en la página del pajarito.

Algunos usuarios retuitean por costumbre casi todo lo que leen, otros son más selectivos y otros puede que no lo hagan nunca; no cabe duda de la utilidad del RT: es una manera de mostrar lo que leemos, sobre lo que opinamos, noticias, etc…Ya existen rankings de los usuarios más retuiteados o más seguidos por los navegantes.

Lo que me pregunto es si de alguna manera todo este maremagnum de tecnología está haciendo que se pierda de alguna manera la comunicación oral. Esa que nos permite ver los estados de ánimo, la que incluye lenguaje no verbal y las que nos deja ver las emociones del otro. Muchos dicen que contactar con personas virtuales hace que luego se desvirtualicen y amplíen sus redes sociales, pero ¿tú que opinas?

Oliver Serrano León

Nota: parte del contenido tomado de Wikipedia

EL APRENDIZ: APRENDIENDO A DESAPRENDER COMPETENCIAS

Se ha hablado ya bastante en los medios del programa de Lluis Bassat en la Sexta. Personalmente, vi un trozo de las primeras emisiones y no me gustó el enfoque que se le daba, sobre todo por la imagen un tanto arcaica y anodina que se da con respecto a factores como la competitividad, las luchas de poder y otra serie de factores que han sido superados hace tiempo (o por lo menos deberían) en el entorno de la empresa.

Aunque no pensaba ver ninguna emisión más, los dos últimos domingos he presenciado con horror ciertos aspectos que me gustaría comentar. En todos los programas se les propone a los concursantes una prueba que deben superar con éxito, demostrando a la vez una serie de competencias que se les supone, igual que el valor al soldado.

La primera que presencié era un encargo de spot publicitario para la casa Torres. La conocida marca presentaba un producto muy novedoso, un vino sin alcohol (único en el mercado y sin competencia, dos valores añadidos importantísimos). Se trataba de realizar un anuncio para la televisión donde en pocos segundos se reflejaran las virtudes del producto.

Una de las cuestiones que el encargado de la empresa (Miguel Torres) dejó claras a los concursantes, es que dentro del “target” del producto no deseaba que se incluyera explícitamente a mujeres embarazadas. Pues bien: ¿qué hizo uno de los grupos al rodar el spot? Mostrar en primer plano una mujer embarazada. Aparte de este detalle, en las imágenes del anuncio se mostraba una manzana delante de la botella, con lo cual podría pensarse que se trataba de una sidra y no de un vino.

Por otro lado, en el programa del último domingo se les encargaba sacar al mercado un zumo de frutas. Tenían que encargarse de todos los aspectos: diseño del envase y etiquetado, producción del zumo mezclando las frutas y una vez terminado vender el producto intentando maximizar los beneficios para la supuesta empresa. Uno de los grupos calculó mal la cantidad de fruta necesaria para hacer la mezcla y no les dio tiempo a pelar melocotones, con lo cual de un supuesto zumo con tres frutas, algunos recipientes contenían tres, otros dos y otros sólo contenían zumo de naranja.

Lo peor del caso es que al vender el producto, tal y como les dijo más tarde Bassat, habían engañado al cliente, dado que no informaban del contenido real de la botella.

Más allá de profundizar en otros detalles, mi horror ha sido comprobar cómo las principales competencias o sentidos que deberían funcionar igual que la vista o el olfato, han brillado por su ausencia:

En primer lugar, el sentido común. Creo que las personas que, de una u otra manera estamos cerca del ámbito de los recursos humanos divagamos muchas veces sobre las competencias exigidas por la empresa, bla, bla, bla…pero nos olvidamos de ese sentido que nos lleva a observar la situación y a ser prudentes y cautos. Para desgracia de mis sentidos, he comprobado cómo los concursantes han sido impulsivos, poco cautos y con poca capacidad de pensamiento consecuencial, tomando decisiones en contra totalmente de lo propuesto en las pruebas.

En segundo lugar, falta total de sentido de autocrítica. En las dos emisiones que he podido presenciar, es nula la capacidad de asumir los fallos cometidos, repitiéndose y otra vez frases del estilo “Pues no sé en que habremos fallado”, “Sigo pensando que lo hemos hecho estupendamente”, etc, etc… No hay casi ningún concursante que sea capaz de analizar qué cosas han fallado en el proceso de la prueba.

Sin duda, estamos ante un hecho preocupante. Ya sabemos que las competencias no se enseñan en la escuela, son parte de un proceso personal que incluye muchas variables, pero si fallan estas dos, ¿cómo esperamos de una persona que tenga otras capacidades de cara a la empresa?

Ahí dejo la pregunta.

Oliver Serrano León.

COMPETENCIAS II: COMUNICAR EN PÚBLICO

Este fin de semana he podido disfrutar de la invitación que me han hecho para ayudar en una vendimia familiar en la maravillosa Isla de La Palma.

La isla, conocida como la «isla bonita» por lo bello de sus paisajes, es desde el 6 de noviembre de 2002, la tercera isla canaria, junto con El Hierro y Lanzarote en recibir la denominación de Reserva de la Biosfera. Se trata de un lugar único para descansar de nuestras ajetreadas vidas, practicar todo tipo de deportes al aire libre, y disfrutar de su variada gastronomía.
Como compañero de viaje he elegido el primer libro de Ferrán Ramón-Cortés : «La isla de los 5 faros» editado por RBA en el año 2005. (De este autor ya hemos comentado en un post anterior otro de sus libros : VIRUS)
La isla de los 5 faros, es, según el propio autor, «un libro para comunicar. Para comunicarse, delante de mil personas o de sólo dos. En el trabajo o nuestra vida personal. Los secretos son los mismos»
En el relato acompañamos a Ferrán en un recorrido por los cinco faros más importantes de la isla de Menorca que le muestran las claves más relevantes en la comunicación en público.
Cinco son las ideas que nos regala el autor para que nuestro mensaje llegue con claridad y efectividad:
-Dar un único gran mensaje
-Contar de forma memorable
-Utilizar un lenguaje que llegue
-Darnos cuenta que el mensaje importante es el que capta la gente
-Invitar en vez de convencer
La comunicación en público es una competencia muy importante para el éxito profesional. No es sencillo encontrar personas con esta habilidad muy desarrollada ya que en nuestro sistema escolar no se potencia su desarrollo.
Todos hemos sido testigos en más de una ocasión de maravillosos proyectos, con muchas horas de trabajo en su elaboración, que no han llegado a buen puerto por el simple hecho de no saber comunicarlos correctamente, no adaptarse al foro en el que se presentaba, o no impactar en los posibles compradores.
Estos cinco grandes consejos pueden ayudarnos a tener éxito en nuestras presentaciones.
Desde aquí os invitamos a hacer un recorrido por los «faros de Menorca» de la mano de Ferrán Ramón-Cortés y de este interesante libro de cabecera.

Sergio Martín Corzo

SPANAIR Y LA FUGA DEL TALENTO

A poco menos de veinte días del primer aniversario del trágico accidente de Barajas, aparecía en los periódicos de este fin de semana la noticia de que el presidente de la compañía Spanair, Ferrán Soriano, visitaba la isla de Tenerife para ofrecer al Cabildo isleño y a un grupo de empresarios canarios, la posibilidad de participar en la empresa con la compra del 10 al 15 % de la misma.
Muy pocas son las organizaciones que reciben en un corto espacio de tiempo dos golpes tan fuertes como los que ha recibido Spanair, con el accidente aéreo del pasado 20 de agosto y con el ERE sufrido durante este año. Ser capaz de salir adelante después de estos dos sucesos no es nada fácil.
Ya con el anterior equipo directivo, se citó en tierras mallorquinas al top 150 (responsables de Spanair con personal a su cargo) para realizar sesiones de trabajo con la consultora Make a Team, bajo el objetivo de explicar los nuevos planes para el fututo de la compañía y subir la motivación de la plantilla tras un golpe tan duro como el del accidente.

Sin duda, el que se haya conseguido la continuidad de la compañía, a pesar de que para ello se haya tenido que utilizar el recurso del ERE, ha sido una labor muy complicada.

Desde su llegada, Ferrán Soriano (antiguo director económico del F.C.Barcelona y autor del libro «La pelota no entra por azar»), ha introducido un estilo de dirección más participativo con el cliente mediante la elección del nuevo logo a través de votaciones en Internet.

Hace unos días, durante una maravillosa cena en el casco histórico de Madrid, con uno de estos responsables del top pude conocer alguno de los nuevos planes de la compañía para los próximos meses. Al parecer, cierto descontento se ha adueñado de la plantilla debido a su inminente traslado a Barcelona tras la compra de la empresa efectuada por la Generalitat Catalana, el Ayuntamiento de Barcelona y un grupo de empresarios catalanes.
La nueva dirección ha informado al personal que antes del mes de octubre se producirá el traslado de la gran parte de trabajadores que desempeñan sus funciones en Madrid y en Palma de Mallorca.
A todo el personal afectado por el cambio, se le ha ofrecido tres mil quinientos euros para gastos que se les originen, la primera noche de hotel a su llegada, dos días libres para la búsqueda de vivienda, el servicio de una inmobiliaria que venderá su casa, cuatro meses de prueba en el nuevo destino (pudiendo acogerse al cobro de su prestación del desempleo tras esa fecha si no se adaptan al nuevo lugar), y otras distintas medidas (cuya cantidad y nivel no vamos a discutir en este post).
La principal duda que me advino durante esta conversación no fue si el plan de comunicación había sido el correcto, tema del que siempre hemos hablado en los diferentes artículos ante situaciones similares a la presentada, y que podremos tratar en otro artículo, sino cuánto talento se perderá en los 506 kilómetros que separan Madrid de la Ciudad Condal, y en el Mar Mediterráneo que la separa de Palma. Es evidente que muchas personas no aceptarán la oferta por lo complicado del traslado de su familia, sus circunstancias familiares de cuidado de parientes, o por el mero hecho de no poder abandonar su ciudad natal.
¿Se habrá percatado Spanair del talento que dejará escapar y que siempre es necesario para remontar de nuevo el vuelo en situaciones de crisis como las que ha sufrido?
Sergio Martín Corzo

LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN EN LOS ERE

Laura Sanz publicaba en la Revista PYMES del mes de mayo el siguiente artículo:

«Estuve hasta hace poco tiempo trabajando en una empresa no demasiado grande – tenía poco más de 100 empleados-, y a finales del año pasado presentó un Expediente de Regulación de Empleo, porque no podía hacer frente a la situación económica actual. En esta ocasión, Inspección de Trabajo aprobó el despido de casi la mitad de la plantilla, e indemnizarles con 20 días por año trabajado(…) La falta de información de los puestos directivos hacia los empleados, el mal ambiente generado y la situación de inestabilidad laboral y económica provocaron que algunos trabajadores abandonasen voluntariamente la empresa. Era algo con lo que la compañía no contaba. Y por eso el ERE se les fue de las manos ¿Qué hizo entonces la empresa?»

«Como la ley le impedía realizar nuevas contrataciones por período de un año, recuperó a aquellos trabajadores que les salían más rentables: los jóvenes, los que llevaban poco tiempo en la compañía, y becarios. Resultado: mala gestión, quebraderos de cabeza y despidos innecesarios para que al final volvieran a la compañía algunos trabajadores. Incomprensible»

En estos casos siempre me hago la misma pregunta: ¿cuánto hubiera costado comunicar correctamente y a tiempo?.

Lo que si sé es lo que podría haberse evitado: La fuga de personas con las que se contaba para remontar el vuelo y eran los activos más apetecibles para otras empresas, por lo que no les faltaban ofertas.

A ver cómo crean ahora equipo e identificación con la empresa con personas que saben que no se contaba con ellas.

Sergio Martín Corzo

EL COPIAR Y PEGAR SE VA A ACABAR

El País publica hoy un artículo sobre un nuevo software que es capaz de detectar si los trabajos de alumnos de secundaria, bachillerato o universidad han sido plagiados. Aprobbo es el nombre del programa y ha sido creado por Josep Lluís Mancho, director de la empresa Symmetric; anteriormente, este gurú de los cortafuegos y antivirus ya había creado un remedio para el famoso Viernes 13 y había retado a la comunidad informática a superar un firewall con un premio de 18.000 euros. Nadie pudo hacerlo.

Recuerdo que cuando estaba en la facultad, hace ya unos diez años, tenía la suerte de disponer de conexión a Internet en mi casa (eso sí, nada de ADSL ni cosas por el estilo). Alguna vez se me ocurrió consultar información de algunas asignaturas, pero en aquella apenas había nada en la red en español de Psicología o ciencias afines.

Con la llegada de la web 2.0, y ya desde hacia varios años, la cantidad de información disponible en Intenet ha tenido una progresión geométrica; sólo nos basta con mirar en Google o en la Wikipedia acerca de un tema para, en pocos segundos, tener a nuestra disposición textos, artículos de prensa o científicos que nos puedan ayudar para nuestros menesteres. El problema surge cuando no miramos esa información para completar un trabajo propio, sino que plagiamos literalmente el texto que sale en pantalla.

Por desgracia, en los últimos años esto se ha convertido en una mala costumbre, nada de perdernos en una biblioteca o rescatar información de enciclopedias; en un par de minutos de búsqueda en Internet obtendremos todo lo que queramos y más, y si somos un poco listos le daremos unos retoques para que no se note mucho. Hay alumnos, sobre todo de secundaria, que ni se molestan en retocar el texto, y en las páginas impresas aparecen los datos de la página web de donde se extrajo (ya me lo han comentado varios docentes).

Approbo es una aplicación online multiplataforma (Windows, Mac, Linux) que automatiza los procesos para saber qué partes de un texto son originales o no. La comparación se realiza en cualquier formato textual y su funcionamiento es sencillo. Basta con subir el archivo a Approbo. En cuestión de minutos (según la velocidad de conexión) el programa, que funciona desde cualquier navegador de Internet, da su veredicto: si la copia es íntegra o parcial, y de qué fuentes proviene. La búsqueda de documentos se hace en Google, es decir, compara con los millones de webs que indexa el buscador.

Creo que se trata de una herramienta muy interesante, sobre todo por dos causas: en primer lugar, se protege mucho más la propiedad intelectual, y en segundo lugar, dificulta mucho más el plagio o la copia directa de los textos. Recuerdo que de pequeño cuando tenía que hacer un trabajo para clase, era un auténtico placer para mí abrir uno de esos libros antiguos y pesados que tenía mi padre para consultar información; el olor de las tapas, las fotos en blanco y negro y sobre todo la cantidad de referencias que uno podía encontrar era una maravilla.

¿Hemos perdido el placer de investigar, leer y extraer información? No lo sé, pero por lo menos procuraré que mi hijo sienta lo mismo que sentía yo y que lo disfrute.

Oliver Serrano León
Fuente: www.elpais.com

PROBLEMAS EN LA COMUNICACIÓN VERTICAL

He tenido la oportunidad de impartir en varias ocasiones el curso «Gestión de Empleo«, perteneciente al Plan FIP de los servicios públicos de empleo. En uno de los módulos del curso siempre usaba como recurso formativo con mis alumnos la proyección de la película «Trabajo Basura» (el título original en inglés es Office Space), del año 1999. Está escrita y dirigida por Mike Judge y protagonizada por Ron Livingston (Peter Gibbons); Jennifer Aniston (Joanna); David Herman (Michael Bolton); Ajay Naidu (Samir); Stephen Root (Milton Waddams) y Gary Cole (Bill Lumbergh).

El filme en cuestión es una comedia que relata como tres compañeros de trabajo, programadores informáticos, trabajan arreglando el problema del efecto 2000 en una empresa de alta tecnología. Viven amargados en sus cubículos, con una insatisfacción laboral bastante alta y soportando diariamente a su jefe, Bill Lumbergh.

Cuando era docente del curso aprovechaba para visionar esta película porque, aunque artísticamente no se trate de una obra arte, sí que incluía varios temas que son relevantes para personas que se están formando en el área de servicios a las empresas. Hay varias escenas interesantes. Comenzamos hoy mostrando una donde podemos observar, en muy pocos minutos, la ineficacia de la comunicación vertical en la empresa.

En cualquier manual de recursos humanos encontramos que la comunicación vertical en una organización es aquella que se establece entre miembros de diferentes niveles jerárquicos, y que debería ser útil, entre otros objetivos, para clarificar instrucciones sobre la tarea, comprensión de la tarea y su relación con otras tareas (justificación del trabajo), información sobre procedimientos y prácticas, información al empleado sobre su rendimiento, etc.

En el fragmento que ponemos en este post (lo encontrareis al finalizar el texto), Bill Lambergh, uno de los directivos de la empresa le comunica a uno de sus empleados que no está usando la cubierta adecuada para los informes «TPS». Peter, el empleado, le dice que ha sido un despiste y que no volverá a pasar, mientras Bill insiste en mandarle otra copia del memorando donde se explicaba el procedimiento, aunque el trabajador lo tiene en sus manos.

A continuación llega otro alto cargo de la empresa y le dice exactamente lo mismo que el anterior, y después recibe una llamada por teléfono donde se le comunica por tercera vez la misma información en unos pocos minutos. Lógicamente, la sensación de enfado y hastío de Peter es notable.

Creo que en el vídeo podemos extraer dos conclusiones destacables: En primer lugar, observamos como se consumen demasiados recursos temporales y personales en transmitir una información muy concreta. Parece absurdo que en un pequeño espacio de tiempo la información llegue por triplicado; además, si nos fijamos, los directivos intentan usar un estilo asertivo en la comunicación, pero sólo logran una comunicación unidireccional (insisten en darle otra copia del memorando cuando el trabajador lo tiene en sus manos).

Por otro lado, vemos que el equipo directivo le está prestando una especial importancia a la cabecera que se está usando para los informes TPS y no al contenido de éstos. Lógicamente, es importante que en una gran organización haya procedimientos estandarizados para facilitar el trabajo, pero ¿debe pesar más el continente que el contenido en el puesto? Pensemos un poco en ello.

Oliver Serrano León