Mi proyecto de búsqueda de empleo (II): no pierdas la noción del tiempo
Hace algunas semanas empezaba un ciclo de posts dedicados a mi propio proyecto de búsqueda de empleo, ya que, aunque trabajo con gran entusiasmo a tiempo parcial en una magnífica consulta privada de psicología e imparto formación cuando puedo y cuando me dejan, los ingresos que obtengo no son suficientes y ando buscando qué soy y en qué puedo encajar en el mercado.
Desempleo y cursitis: deja ya de formarte y haz algo más
Uno de los fenómenos que más se extienden entre los profesionales que están en situación de desempleo es un tipo de sentimiento de culpa por “no ser productivo” o por “no estar haciendo nada” cuando no se tiene trabajo.
ORIENTACIÓN LABORAL: OLVÍDATE DE LOS DOGMAS DE FE
EMPLEO: SOLO NO PUEDES. CON AMIGOS SÍ
Fui de pequeño uno de los afortunados en poder disfrutar de La Bola de Cristal, aquel programa contemporáneo a la movida de los 80 y del que tantos buenos recuerdos tengo. El otro día me encontraba con un vídeo o sketch del programa que se titulaba “sólo no puedes, con amigos sí”, donde se observa a un muchacho que pretende jugar el solo al fútbol. La moraleja del vídeo es clara: para jugar al balompié, mejor con unos cuantos amigos.
ORIENTACIÓN LABORAL PARA POBRES
La pérdida de empleo es uno de los problemas que mas preocupan a los españoles en la actualidad. Las cifras asustan cada vez más y disminuye el número de personas de población activa que tienen trabajo, y por ende, el número de desempleados inscritos en las oficinas de empleo no hace más que crecer.
- Quéjate para hacer catarsis, pero no te pelees con el mundo. Tu situación es muy probablemente injusta, pero estar frustrado por la situación no te va a ayudar demasiado.
- Tómate un minuto para plantear cuáles son las prioridades ¿te puedes permitir unas semanas pseudosabáticas para proyectar objetivos? ¿o, por otro lado, te hacen falta ingresos ahora mismo?
- Si la situación es urgente, hay ciertos sectores que, por muy mal que esté el mercado laboral, dan más facilidades que otros para encontrar un empleo, como por ejemplo la hostelería. No es momento éste de pensar en retomar vocaciones pasadas o emprender un proyecto innovador. No pienses en el sueldo, piensa en seguir integrado en el mercado, siempre y cuando ese sueldo cubra los gastos básicos. Hay recursos que pueden ayudar a conseguir algo a corto plazo, como ETT (aunque están muy saturadas de solicitudes) o empresas de promociones, reposiciones en hipermercados. Cuanto peor sea el horario de trabajo y mejor tu disponibilidad, más fácil será.
- Por otro lado, no te cortes en pedir ayuda. Uno de los males mayores de nuestra cultura es que, por un lado hay que ayudar a los demás y poner la otra mejilla, pero a la hora de pedir un favor nos cuesta una barbaridad, por aquello del que dirán…: Haz lo contrario y olvídate por un momento de ti ego u orgullo: que todo el mundo sepa tu situación.
- ¿No tenías Internet hasta ahora, o solo lo usabas para descargar pelis (perdón, copias se seguridad de los originales)? Plantéate entrar en la red como una buena inversión de tiempo y dinero. Aunque España es de los países en donde es más cara la red, merece la pena. Ya no se trata de que te apuntes a cientos de páginas de empleo y te hartes de rellenar perfiles profesionales; intenta hacer algo de contacto con antiguos amigos o profesionales mediante las redes sociales. En Internet encontrarás información muy útil de cómo hacerlo. Si no tienes ordenador o te resulta muy cara la conexión, verás que más cerca que donde crees hay conexión gratuita que puedes aprovechar (asociaciones de vecinos, ayuntamientos, centros culturales, etc…)
- Paralelamente, no tardes en pedir información de posibles ayudas económicas a las instituciones para paliar en algo la situación, pero recuerda; son ayudas y no van a estar ahí siempre. Siempre es mejor estar trabajando y tener nómina a fin de mes.
- En relación a los dos últimos puntos, aprovecha todos los servicios gratuitos que te ofrezcan en tu lugar de residencia: servicios de orientación e inserción laboral, mediadores de empleo.
No es mi pretensión establecer unas pautas determinadas para la búsqueda a corto plazo, ni mucho menos. Sólo quiero poner sobre el papel que estas personas existen, y seguro que a tí también se te ocurren algunas ideas ¿cuáles son?
SALIDAS LABORALES: ¿JUGAMOS?
Hace unas semanas mi antigua compañera de trabajo y amiga Águeda Acosta me solicitó si podía colaborar en el curso de “Técnico de Formación” que está impartiendo a un grupo de desempleados en Santa Cruz de Tenerife. Para mi ha sido una maravillosa experiencia poder volver a compartir un proyecto común con Águeda, una maravillosa profesional de la orientación y de la formación, y volver a trabajar con el colectivo de personas desempleadas como hice durante 4 años, tiempo atrás.
Una vez superadas los trámites administrativos del servicio público de empleo necesarios para que un ponente externo pueda participar en un curso, la idea inicial que nos planteamos, era la de intentar reflejar con el caso real de la empresa para la que trabajo cómo se elabora un plan de formación. A pesar de que habían recibido la formación teórica de cómo realizarlo estaban muy expectantes de confirmar lo que sabían.
DIPLOMADOS EN TURISMO EN CANARIAS: ¿EN CASA DEL HERRERO CUCHILLO DE PALO?
La actividad terciaria es uno de los sectores clave de la economía. Consiste en la prestación de servicios a las personas y a las empresas de tal manera que puedan dedicar su tiempo a trabajar o al ocio, sin necesidad de hacer todas las tareas que requiere la vida en una sociedad desarrollada.
– En España, en términos generales, tenemos muy pocos conocimientos de idiomas, y los que conocemos los solemos hablar muy mal. En el plan de estudios de la Diplomatura o del nuevo Grado en Turismo se incluyen el inglés y alemán, pero con un nivel deficitario con respecto a las demandas del empresariado.
– Falta de conocimientos o escaso dominio de los programas de gestión habitualmente utilizados en agencias de viajes y hoteles (Amadeus, Noray u otros).
– Debilidad en el factor movilidad: la mayoría de la oferta turística de las islas se sitúa lejos de las zonas metropolitanas. Muchos de los trabajadores son reticentes a desplazarse al sur para emplearse en el sector, debido a la lejanía de sus lugares de residencia.
– Relacionado con este último, otro problema es la escasa disponibilidad para trabajar durante alguna temporada en el extranjero o península (lo que de alguna manera resolvería el problema de los idiomas o de la movilidad geográfica).
– En general, y aunque es algo por desgracia bastante común en todos los estudios universitarios, no se trabajan algunas competencias necesarias para el correcto desempeño del puesto (ej: orientación al cliente ).
¿FORMACIÓN COMPLEMENTARIA O FORMACIÓN OCIOSA?
Ya hace tiempo hablamos en el blog de la importancia y del valor añadido de la formación complementaria. Aunque puede ser muy discutibles en la actualidad las ganancias que obtenemos con los cursos complementarios a nuestra titulación básica ( ver artículo de Jose Luis del Campo Villares), no nos cabe duda de que una formación bien elegida puede facilitarnos una mejor empleabilidad.
Una de las ofertas formativas más amplias y de carácter gratuito es la del sistema de Formación para el Empleo, que implica cursos prioritariamente para desempleados y por otro lado dirigidos prioritariamente a ocupados (recordemos que en la actualidad todos los colectivos pueden acceder a cualquier curso, ya que aunque un plan de formación sea eminentemente para ocupados, los desempleados tienen acceso y viceversa).
Con respecto a este tema me he encontrado con una situación bastante prototípica:
Muchos demandantes de empleo se preguntan ¿Sirven de algo los cursos del paro? Sin duda, es la pregunta “estrella” en los servicios de empleo y orientación, y la respuesta ha de ser clara: depende para qué y cómo. Me refiero a que los cursos de los servicios de empleo, al igual que otras acciones formativas que existen en el mercado deben ser tomados en consideración según la situación de cada demandante. Pondré dos ejemplos diferentes para describir las situaciones que nos podemos encontrar.
a) Técnico en Electromecánica de Vehículos (antiguo FPI de Automoción), con el título obtenido en 1999 y que por diversas razones apenas ha podido desarrollar su profesión en ese ámbito (el usuario detecta que debe reciclarse porque se ha quedado desfasado en algunos conocimientos sobre la materia). Ahora tiene un período largo de prestaciones por desempleo y desea hacer un curso de Mecánico de Automoción y Equipos de Inyección, con una duración de 700 horas, con posibilidad de prácticas en empresa.
¿Le “serviría” el curso a esta persona?
b) Técnica Superior en Agencias de Viajes, con título obtenido en el año 2004. Su única experiencia laboral relacionada con el sector ha sido el desarrollo de unas prácticas laborales dentro del ciclo formativo. Ahora está interesada en hacer un curso de Dietética y Nutrición (700 horas) o de Maquilladora (450 horas), porque le atraen ambas profesiones y se ha “desencantado” del trabajo de agente de viajes (entre otras razones porque tampoco lo ha desarrollado demasiado).
¿Le “servirían” estos cursos a esta persona?
¿QUÉ SON LOS SERVICIOS OPEA? (II): EL PERFIL DEL ORIENTADOR
Hoy nos dedicaremos a describir el perfil del orientador que nos va a atender en un servicio OPEA. Me gustaría dejar claro que las características no siempre son las deseables en un profesional en orientación, pero sí que son las que exigen los servicios públicos de empleo.
Cuando se publican las convocatorias para las subvenciones en materia de programas de orientación profesional para el empleo y asistencia para el autoempleo, se especifican las siguientes características que debe reunir un orientador:
– Licenciados o diplomados, preferentemente en áreas sociales (casi siempre se habla de licenciaturas en Psicología, Pedagogía, Psicopedagogía o diplomaturas en Trabajo Social, Educación Social, Magisterio o similares).
– También se requiere tener formación o experiencia en las siguientes áreas: realización de entrevistas personales, orientación profesional y utilización de técnicas de comunicación y motivación.
En la realidad laboral, la mayoría de los servicios OPEA están formados mayoritariamente por psicólogos y pedagogos, aunque también se encuentran profesionales formados en los estudios anteriormente descritas. En cuanto a la formación complementaria que se requiere, no se habla específicamente de ningún curso en concreto, aunque los más típicos suelen ser: Orientador profesional y promotor de empleo, Introducción a la Metodología Didáctica, Técnico en Formación, Formador Ocupacional u otras acciones formativas con contenidos afines.
Conviene aclarar que los cursos citados pertenecen en su totalidad al catálogo del antiguo Plan FIP; no significa que no se valoren otros cursos, pero al pertenecer a ese catálogo son más fáciles de identificar por parte de las personas que van a seleccionar a los orientadores.
Por otro lado, también se va a valorar en la selección que el candidato a orientador haya desarrollado su experiencia laboral anterior en servicios similares (proyectos de inserción laboral de ayuntamientos, programas para la mejora de la empleabilidad de instituciones concretas, etc…). Habitualmente los profesionales de los servicios OPEA son seleccionados con dos entrevistas: la primera es realizada por la entidad promotora del proyecto (fundaciones, sindicatos, instituciones sin ánimo de lucro, Administraciones Locales…), y una vez superada ésta, deben pasar por el filtro de los Servicios Públicos de Empleo de cada Comunidad Autónoma o de los servicios centrales si no hay competencias transferidas en la materia.
Como toda norma, también en estos casos se dan excepciones: aunque no sea el perfil más prototípico, hay abogados o diplomados en relaciones laborales que han ejercido la orientación laboral (en estos casos pueden aportar conocimientos sobre derecho laboral o información para el autoempleo que los demás orientadores desconocen).
Lógicamente, como decía al principio, la titulación requerida o la formación complementaria que se exige no dan garantías de que el orientador haga bien sus funciones. Para mi opinión, hay dos aspectos fundamentales que se deben contemplar:
– Por un lado, el trabajo del orientador tiene un componente muy importante de carga administrativa (entrega de documentación, justificación de las sesiones con el usuario, y que en general, que los números cuadren, algo que explicaremos más adelante).
– Además, el profesional debe conocer perfectamente los recursos de la zona y mantenerlos actualizados, aparte de tener unos amplios conocimientos de formación, mercado laboral, prestaciones y temas afines.
En todo caso, para mi opinión e independientemente de todo lo anterior, el orientador debería desarrollar competencias de empatía, comunicación, escucha activa y capacidad para la motivación. ¿Añadirías tú alguna más?
Oliver Serrano León.