El hecho en cuestión es que hace unos meses, un grupo de personas propusimos a la dirección de la empresa para la que trabajo, un nuevo proyecto creado desde nuestras propias inquietudes. Una vez elaborado y expuesto conseguimos rápidamente el apoyo del grupo directivo y hace una semanas se hizo realidad.
Esta iniciativa que surgió como una idea común fue la creación de un grupo de Voluntariado Corporativo.
Enmarcado en las políticas de Responsabilidad Social Corporativa de las Empresas, el voluntariado corporativo es una de las posibles puestas en prácticas de la misma. Consiste en un conjunto de acciones realizadas por iniciativas del capital humano y la empresa a la que pertenecen, destinadas a contribuir al desarrollo social, asistencial, medioambiental, educativo y cultural, en las que intervienen personas internas a la empresa (empleados y jubilados) y externas a la misma (familiares) El principal objetivo de estas acciones es la movilización de los trabajadores en busca de la mejora del entorno en que opera la compañía.
Uno de los puntos clave para la óptima realización de acciones de voluntariado corporativo es el respeto máximo por el equilibrio de intereses de todos los grupos implicados en las mismas (Entidades Sociales, Comunidad, Empresa, Trabajador Voluntario)
Por tanto, estas acciones no han de ser impuestas por la empresa, es necesario evaluar previamente los intereses de los empleados, las necesidades de la comunidad y la ayuda que podemos aportar a la entidad social con la que colaboremos. Siempre es necesario mantener el equilibrio entre las cuatro partes implicadas.
El voluntariado corporativo está regulado por la legislación a través la Ley 6/1996 del 15 de enero del voluntariado, asimismo hoy en día , casi todas las comunidades autónomas tienen además normativas propias que ayudan a su regulación y desarrollo.
Lo positivo del voluntariado corporativo es que las ventajas son múltiples y son para todos. Algunas de ellas son:
VENTAJAS PARA LA EMPRESA:
– Recursos Humanos:
– Ayuda a que los empleados desarrollen competencias que difícilmente se consiguen con la formación
– Aumenta el grado de orgullo de pertenencia a la empresa
– Mejora el clima laboral
– Aumenta el atractivo de la empresa para nuevos empleados
– Reputación:
– Incremento positivo de la imagen pública de la compañía y por tanto fidelización de la marca
– Gestión:
– Crea una mayor cohesión entre los diferentes departamentos de la empresa
– Comunidad:
– Fortalecimiento del vínculo entre la empresa y la sociedad con la que se relaciona
– Mejora de la calidad de vida del entorno en el que se desarrolla
– TRABAJADOR VOLUNTARIO:
– Permite utilizar su creatividad en contextos nuevos
– Fomenta la solidaridad, empatía interdepartamental y el trabajo en equipo
– Se realizan tareas que son de sus interés
– VENTAJAS PARA LA COMUNIDAD:
– Se incrementa la base de voluntarios disponibles
– Fomenta la inversión social de las empresas
– Sensibiliza a personas que no se preocupan generalmente de este tipo de iniciativas
– Recibe ayudas que permiten paliar déficits sociales
– VENTAJAS PARA LAS ENTIDADES SOCIALES:
– Acceso a servicios profesionales a bajo o nulo coste
– Consigue mayor sensibilización a colectivos con problemas
– Incrementa la provisión de voluntarios y donaciones
– Posibilita futuras colaboraciones
La situación económica y social actual hace necesario, sin duda alguna, la proliferación de iniciativas como estas. La madurez de una sociedad moderna como la nuestra se ha de evaluar por sus valores. Y, egoístamente, les prometo que cada acción de voluntariado que hemos realizado hasta ahora ha sido muy enriquecedora.
Y es que si nos lo proponemos, podemos hacer mucho con muy poquito esfuerzo.
¿Te apuntas tú a cambiar las cosas?, propónlo en tu empresa
¡Yo, me apunto!
Sergio Martín Corzo