Hace unos días un compañero que trabaja en una empresa del sector de la construcción y promoción de viviendas en la Comunidad de Madrid, me contaba su situación como el colmo del control. Considero que es interesante compartirla.
Según me relataba, una de sus funciones es la de controlar los contratos con proveedores que realiza otro departamento. Con la incorporación del nuevo director de su sección, éste le pidió que le informara de sus aprobaciones. El colmo del asunto llegó con las medidas tomadas por la empresa que se materializaron con la petición, por parte del departamento de control de gastos, del envío diario de las aprobaciones de compra de material que él aprobaba y su director supervisaba.
Es decir, que en la empresa existen unas personas que tienen su presupuesto para la compra de material y que lo gastan según sus necesidades de manera responsable, que a su vez son controladas por una persona de otro departamento ( mi amigo), que a su vez es supervisado por su Director, cuyas decisiones son revisadas ( o puestas en duda, como se quiera ver) por el departamento de control de gastos.
Según parece en la empresa nadie se da cuenta de que todos están tan implicados en la reducción de gastos como el departamento de control.
Quizás ningún responsable se ha percatado de que tantas personas controlando la gestión de la misma tarea son un gasto excesivo para la organización…
Sergio Martín Corzo