MICROLIDERAZGOS EN LA RED: MANIFESTACIONES 2.0

La semana pasada pudimos asistir a una de las mayores revoluciones en la red española debido a una disposición final del anteproyecto de ley de Economía Sostenible. La disposición polémica introduce la posibilidad de interrumpir Internet, previa autorización judicial, a aquellos abonados que descarguen archivos protegidos por derechos de autor. Además, el texto obliga a los operadores a «facilitar los datos» de aquellos «responsables» que estén realizando actividades presuntamente vulneradoras de los derechos de autor.

De todo esto se encargaría una comisión tutelada por el Ministerio de Cultura, lo que ha suscitado las críticas de la Asociación de Internautas y de cientos de miles de usuarios en la red que no consideran apropiado que no sea un juez el que se encargue de decidir si estas acciones son legales o no.

Paralelamente, en algunos blogs nacionales ( ver jmbolivar, yoriento, cloud consulting, senior manager, somos personas, no recursos, etc…) se debate en la actualidad la necesidad del uso de Twitter como herramienta de para comunicar y compartir contenidos, es decir, ser 2.0 o no serlo. Independientemente de la opinión de cada cual, lo cierto es que los hechos ocurridos hace unos días nos han demostrado algunos cambios importantes, sobre todo en lo que se refiere al liderazgo.

Siempre hemos entendido que el líder es alguien respetado, admirado y seguido por su equipo de colaboradores, construyendo las mejores condiciones para que su organización avance, dando siempre el ejemplo, y poniendo en práctica proyectos de principio a fin. En el caso de los liderazgos sociales (política, movimientos activistas) estamos acostumbrados a que sea una persona la que porte el mensaje y tenga una masa detrás que le siga en sus reivindicaciones y sus acciones.

En estos días hemos podido comprobar cómo la figura del líder personal se ha diluido en una suerte de microliderazgos en red. El uso de las redes sociales hace que, aunque haya una o varias personas que generen un mensaje y lo difundan, seamos todos en conjunto quienes ejerzamos un liderazgo en grupo, ya que las herramientas actuales nos permiten que la transmisión de la información sea instantánea y que el debate se genere también de inmediato.
Una de las más inmediatas consecuencias de una reivindicación social es la manifestación en la calle. Habitualmente se convoca a las personas para que protesten en la calle contra lo que consideran injusto, concentrándose durante unas cuentas horas con pancartas que identifican el motivo de la protesta. De este tipo de hechos, según sea más o menos relevante suelen dar buena cuenta los medios de comunicación.

Pero desde hace poco tiempo creo que el concepto de manifestación no tiene por qué incluir necesariamente salir a la calle. Aunque siempre seguirán existiendo convocatorias “tradicionales”, la figura de los microliderazgos ha puesto sobre la mesa una nueva forma de manifestarse, a lo que yo llamo “manifestación 2.0”. Si antes necesitábamos salir a la calle para ser escuchados, el facebook, twitter y otras redes han sustituido al asfalto; ya no hacen falta carteles, pancartas, megáfonos u otros utensilios. El uso de la red es tan universal que la prensa y televisión no son imprescindibles, porque Internet se ha convertido en el medio de comunicación más importante.

¿Nos hubiéramos imaginado hace unos pocos años la retransmisión vía twitter de la reunión de los bloggers con la Ministra de Cultura? Seguramente no. La inmediatez en la transmisión de datos nos hace a todos un poco líderes a la vez que masa de protesta. Somos capaces de ver en directo como los bloggers se reúnen con algunos altos cargos del Gobierno, y conocemos en tiempo real sus opiniones e impresiones. El universo 1.0 (radio, TV, y prensa tradicional) se queda atrás con respecto a la red.

Si los modos de comunicación cambian, la manera de manifestar las opiniones también lo hace. Estamos en la era de las manifestaciones 2.0. No nos veremos en la Puerta del Sol, ni en la Rambla de Canaletas, ni en ninguna otra parte. Ya no es necesario. Lo que sí veremos es el twitter ardiendo de noticias y compartiendo, debatiendo y discutiendo informaciones y opiniones.
Nos vemos en las redes.

Oliver Serrano León