Recuerdo que en la época del colegio, cuando uno ya tenía una pequeña parte de uso de razón, si había alguna discusión sobre un tema y no se llegaba a un acuerdo la solución era muy fácil. Al día siguiente cada uno exponía su opinión, pero ¿cuál era el argumento? “Es que me lo dijo mi padre, que sabe mucho”.
Actualmente, mal que nos pese, Google se ha convertido en esos padres que nos explicaban cómo funcionaba el mundo. Ni siquiera ya el Encarta nos vale porque quedó muy desfasado con respecto al gigante de las búsquedas y la Wikipedia. La red nos ofrece infinitas posibilidades de adquirir información, y aunque algunos tipos de software intentan impedir el “copia y pega” (ver post sobre el tema), hoy en día ya no es nada extraño que los alumnos usen Internet para recabar información.
Fue ayer o anteayer, no recuerdo bien, cuando revisando un post de Optima Infinito (lo pueden encontrar en twitter como @jmbolivar), me vinieron estos asuntos a la cabeza. Jose Miguel está haciendo un esfuerzo encomiable por clarificar qué es y que no es el coaching, porque resulta que en los úlltimos tiempos cualquier persona que sabe hilar dos frases seguidas, que tenga buen marketing y buena imagen puede denominarse coacher. Nada más lejos de la realidad, pero para saber más leanse por favor su post y los comentarios del mismo.
Muchos quieren ser o llamarse coacher. Pero también muchos, en ocasiones, parece que sabemos de todo. La llegada masiva de nuevas formas de comunicación ha hecho que podamos tener cientos de canales de radio y TV, revistas especializadas de diferentes sectores y acceso a infinitas webs. Tenemos información de sobra y, en general, vivimos en un país donde nos gusta opinar de todo y de todos, y en ocasiones parece que nuestra opinión es la mejor, aún desconociendo muchas de las circunstancias que han acontecido en un hecho concreto.
Pero lo que me resulta más curioso de todo es como algunas profesiones se ven perjudicadas en este sentido. Me refiero a que en la mayoría de las ocasiones expresamos acuerdos o deasacuerdos rotundos con trabajadores cualificados. Un ejemplo claro es el de los futboleros: todas las personas que son aficionadas al fútbol saben muchísimo de ese deporte y deberían estar en el banquillo en vez del prestigioso entrenador que ha contratado su equipo (“Pero este tío está loco: ¿cómo se le ocurre ponerlo de central? ¿No se da cuenta que hay que adelantar la defensa?”, etc…)
Otro sector que para mi gusto se ve claramente perjudicado es el sanitario. Por desgracia, es habitual oir frases del tipo “Ese médico no tiene ni p….idea”, “No vayas al médico, que seguro que te encuentra algo” “Me mandó una medicación pero prefiero tomar otra”…. Si hablamos de psicólogos, puede ser peor “Bah, tiempo y dinero perdido para que me coman la cabeza…”. Y uno de las profesiones actualmente más denostada es la de maestro o profesor (“El tío va y me dice que mi hijo no atiende en clase..será gilip…..”; “Los maestros de hoy en día sólo enseñan tonterías y encima de vacaciones todo el año”).
Sin embargo, parece que hay más respeto por otras profesiones. Por ejemplo, nunca se nos ocurriría decir a un arquitecto donde debe ir el muro de carga o cómo se debe hacer una cimentación (más que nada, porque el edificio se vendría abajo con toda probabilidad). Tampoco se nos ocurriría dar instrucciones a un ingeniero aeronáutico para el diseño de un aeroplano (seguramente no volaría), y seguramente no le diríamos a ningún abogado como debe presentar un recurso de casación ante un Tribunal.
Independientemente del instrusismo profesional, que otro tema que nos daría para hablar en varios posts, muchas veces nos creemos con la razón sobre las cosas, pero no poque tengamos argumentos, sino simplemente por convicción. Da igual que un médico haya estudiado seis años más cuatro cinco de especialidad: nosotros sabemos más que él. Da igual que el maestro vea a nuestro hijo más horas que nosotros: él no conoce de verdad a nuestro hijo…
¿Y en tu profesión? ¿Te has encontrado con este fenómeno?
Oliver Serrano León
Hola Oliver:
Muy buen post, con unos ejemplos magníficos. En mi trabajo (eventos y comunicación) muy a menudo. Pero supongo que exepto en las que hay altos niveles de riesgo o complejidad, ocurrirá lo mismo. Yo, lo único que te puedo decir, es que cada día que pasa se un poco de poco y un mucho de nada. Y es que a veces la cantidad de infroamción y variaciones de un mismo tema te pueden superar.
Feliz fin de semana.
Sí, claro. En RRHH también hay mucho "experto". A mí me han llegado a discutir cual era el lugar más idóneo para llevar a cabo un despido (si tenía que ser en un hotel o en las oficinas de la empresa). Por supuesto también saben más de esquemas de bonus, salarios de mercado, descripciones de puesto… Pero se sobrelleva con dignidad 😉
Me ha encantado la entrada
Probablemente también soy de los que saben un poco de todo. O como decía Luis Ángel Sanz de la Tajada, que fue gran profesor mío en la facultad de CC.II. de Madrid, "un generalista es alquien que comienza sabiendo bastante de algunas cosas, continúa sabiendo menos de más cosas y acaba sabiendo todo de ninguna".
¿Generalista o especialista? En los tiempos que corren, y según muchos indicios, mejor centrarse en un área de especialización, obtener un buen posicionamiento y ser feliz.
Que tengas un buen día, Oliver.
ASV
Hola Oliver,
Muy buen post.
En RRHH todo el mundo sabe de ello y te rebaten las nuevas políticas, como implantar un sistema de evaluación, como hacer una buena selección. Uno debe tomarse esto con humor y usar su sentido común y la profesionalidad para hacer ver con resultados que los que estaban equivocados eran ellos. No merece la pena entrar en controversias que no llevan a ningún lado.
Saludos,
Juan
Hola Fernando, gracias por pasarte. Me imagino que en tu sector verás mucho intrusismo y gente que cree saber todo de las relaciones públicas, etc…¿crees que es un problema en tu caso por ser una profesión freelance o por no haber un plan de estudios para desarrollarla? Un saludo.
Hola Jose Miguel, el post va especialmente dedicado a tí (te lo iba a decir en twitter pero te fuiste prontito anoche ;). Me alegro de que lo lleves con dignidad, que no se pierda nunca el sentido del humor…por cierto…¿hotel u oficina? ;)Saludos
Hola Alfonso, creo que lo más digno es estudiar sobre algo, profundizar y especializarnos…los Leonardo da Vinci dejaron de existir hace tiempo. Un saludo.
Hola Juan. Efectivamente, con los resultados se demuestra la profesionalidad y el buen hacer, lo mejor es dejar lo demás como anecdótico no? Un saludo
Muy bueno.
Yo no se si se trata de sabiduría, o más bien de hablar por no callar.
Nos ha dado a todos por transmitir al resto,por sentenciar al mundo, por demostrarnos a nosotros mismos todo lo que absorvemos, de lo que podemos dar una conferencia,por no parar y pensar que tal vez el otro pueda aportar algo de luz, por creer que si yo sé, tu no puedes saber…y así, hemos abandonado nuestra capacidad de escuchar, y de aprender.
A callar se ha dicho.
un saludo,
En comunicación hay también miles de expertos.Y los empresarios lo fomentan. A mí me da mucha vergüenza decir que soy experto en esto o que tengo conocimientos. Trato de mostrar mi experiencia. Pero es más barato contratar al sobrino de. Sólo un trabajo profesional y bien hecho acreditará tu solvencia. El caso es que te den opción de mostrarlo.
Hola Mas, gracias por pasarte y comentar.El otro día leía una frase en twitter (no me acuerdo quién la puso, lo siento) que decía algo así: "Si tenemos dos orejas, dos ojos y una boca, quizás quiera decir que debemos ver y escuchar más y hablar menos"…creo que con eso se dice todo no? Saludos.
Hola CJC, gracias por pasarte y comentar. Demostrar el trabajo bien hecho es lo mejor que nos puede ocurrir, tanto a nosotros como a los que de alguna manera reciben nuestro trabajo. Ojalá todo el mundo pudiera demostrarlo. Un saludo.
Hola Oliver,
Con el paso de los años se acabará incluso criticando al arquitecto. Con tanto exceso de información, mientras lo que ahora para algunos ancianos y no tan ancianos es "contemplar" una obra, se convertirá en un serio debate sobre las constantes elásticas del hormigón. Al tiempo 🙂
Muy buena entrada, de verdad.
Un abrazo,
Hola Franjuice, gracias por pasarte y comentar. Pues como tú dices, como sigamos así nos ponemos a criticar a los de la NASA, jejeje. El acceso ala información es bueno; lo malo es cómo la filtremos y la interpretemos. Un saludo
Buenas amigo.
Yo creo que lo perceptible por lo sentidos infunde más respeto hacai la profesión y el profesional. A un arquitecto que hace un puente no se le puede poner 'pegas'. Ahora bien, cuando la profesión está ligada con aspetcos que se escapan a los sentidos (gustos, preferencias, …) y ya no digamos si son cosas que no se pueden medir, (por ejemplo un peluquero peinando o un escritor escribiendo,…) siempre surge aquel que sabe de todo un poco y se crece, para dar a creer que el sabe lo mismo o mas que el profesional.
Somos humanos y eso ha pasado y pasará siempre.
Hola Jose Luis, gracias por pasarte. Desde luego, si las cosas no cambian seguirá pasando siempre, pero lo que me preocupa de verdad es el desprestigio de algunas profesiones (y creo que estamos incluidos los que de alguna manera trabajamos con personas). Un saludo